En tanto que la Realidad Virtual coloca al usuario dentro de una ficción, la Telepresencia le coloca dentro de una realidad remota, mediante una conexión profunda entre la persona y el vehículo teledirigido que controla a distancia.

El sujeto observa y escucha el entorno a través de las cámaras y micrófonos del vehículo.

El vehículo emula los movimientos del usuario, por ejemplo girando la cámara hacia la misma dirección en que éste gira la cabeza, o asiendo con una mano robótica un objeto cuando la mano de la persona efectúa ese acto.

Una persona puede de este modo actuar en un lugar como si estuviera físicamente en él pero sin que su cuerpo real se encuentre allí. Esto le permite, con sus movimientos corporales normales, explorar la superficie de otro mundo, inspeccionar la zona de un escape tóxico, y operar en otros lugares peligrosos o letales para el Ser Humano. Es como desdoblarse y enviar el cuerpo virtual de la persona a un lugar distinto del ocupado por su cuerpo físico.

Tuve ocasión de estar presente en una demostración ante una veintena de personas de un sistema pionero de telepresencia, a cargo de Gilles Primeau, de la compañía canadiense Aerocorp Technologies.




Texto y dos últimas fotos: Jorge Munnshe
Imagen superior izquierda: Vehículo submarino controlado mediante un sistema de telepresencia, que en la foto maneja Carol Stoker. Foto: NASA Ames Research Center.
Imagen superior derecha: El mismo vehículo submarino controlado por telepresencia, en acción. Foto: NASA Ames Research Center.
Tercera imagen empezando desde arriba: Sistema de telepresencia para el control del vehículo submarino. Foto: NASA Ames Research Center.
Imagen inferior izquierda: Sistema de telepresencia de la compañía canadiense Aerocorp Technologies durante una demostración en 1994. Foto: Jorge Munnshe.
Imagen inferior derecha: Vehículo robótico controlado por el citado sistema de Aerocorp Technologies, durante esa misma demostración. Foto: Jorge Munnshe.