2




SUPERVIVENCIA DE CEREBROS FUERA DEL CUERPO

Los primeros experimentos oficialmente reconocidos de extracción de cerebros vivos para su mantenimiento con vida fuera del cuerpo, tenían pocas expectativas de éxito, a pesar de que se consideraba éxito una supervivencia de más de cinco minutos. Por supuesto, se hacía sólo con animales. Pero es una sospecha hoy extendida que este tipo de experimentos ya se hizo con humanos desde fecha tan temprana como el último tercio del siglo 19. Ni que decir tiene que esas experiencias secretas, en el caso de realizarse, constituyeron estrepitosos fracasos.



Con el progreso de las técnicas de apoyo vital, el mantener en vida pacientes con diversos grados de mutilación conoció cada vez mayor alcance. Cuando se llegó a poder alargar por tiempo indefinido la existencia de cabezas solas, se vislumbró ya cuál sería el siguiente paso. De otro lado, y gracias a la ingeniería genética, la cirugía de trasplantes progresó, siendo posible realizar trasplantes de tejido cerebral e incluso de cerebro completo. Logrado esto, dichas prácticas se hicieron habituales con humanos.

Por último, se llegó a mantener con vida cerebros de animales durante períodos equivalentes a su promedio de vida en condiciones normales.






PRÓTESIS ROBÓTICAS Y ÓRGANOS SENSORIALES ARTIFICIALES



Al mismo tiempo que evolucionaban las técnicas para mantenimiento en vida de cerebros privados de cuerpo, lo hacía la tecnología en materia de prótesis robóticas y órganos sensoriales artificiales, que habilitó a casi todos los minusválidos. Ojos, brazos, piernas, corazones y riñones, fueron, por este orden, los elementos más implantados. Estos ingenios enviaban o recibían impulsos cerebrales en el código correcto gracias a técnicas combinadas de microelectrónica y microcirugía, incluyendo a menudo cultivos de neuronas obtenidas mediante ingeniería genética especialmente preparadas para ser conectadas con terminales de chips. Como es sabido, esta situación corresponde a un período muy concreto del pasado, ya que hoy la ingeniería genética ha reemplazado a la biorrobótica en reposición de órganos.




índice anterior siguiente