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Ciencia Espacial
Informe MER

18 de Octubre de 2004.

Foto: JPLLos dos robots marcianos Spirit y Opportunity superaron sin dificultades el período de comunicaciones restringidas con la Tierra debido a la conjunción solar. Retornando a las operaciones normales, el Spirit encontró durante un tiempo algunas dificultades en su sistema de cambio de dirección.

Entre las jornadas 244 a 255, los ingenieros no intentaron sesiones normales de comunicaciones con el Spirit debido a la presencia del Sol entre la Tierra y Marte. Una baja probabilidad de conseguir un contacto fiable hubiera podido provocar anomalías inesperadas. Desde el día 244 al 249, los controladores enviaron señales sin órdenes, simplemente para comprobar el estado de la conexión con el vehículo. Una de estas señales llegó corrompida por las perturbaciones solares y provocó la reinicialización del ordenador del Spirit. A partir de Sol 249, y hasta Sol 256, los controladores prefirieron no enviar ningún tipo de órdenes.

Mientras tanto, el Spirit realizó tareas científicas mínimas, con periodicidad diaria, gracias a una secuencia preprogramada a bordo. Realizó estudios atmosféricos y también analizó el polvo acumulado paulatinamente sobre él. Esta información era enviada al orbitador Mars Odyssey cada tarde. Pero la posterior transmisión hacia la Tierra solía fallar debido a la interposición del Sol.

Tras la conjunción solar, el Spirit continuó trabajando normalmente. El espectrómetro Mössbauer analizó durante 48 horas el polvo depositado sobre los imanes instalados en la superficie del vehículo. En Sol 259, el Mössbauer regresó al suelo marciano, al mismo lugar que había sido investigado en Sol 240, con el objetivo de averiguar si los vientos habían depositado algo durante la conjunción. También se empleó el espectrómetro de rayos-X.

Varios días después, en Sol 261, el Spirit ancló su brazo robótico y retrocedió 1,5 metros para tomar algunas fotografías del lugar largamente analizado, así como del suelo que había permanecido bajo el robot.

En Sol 263, el vehículo se movió unos 7 metros y obtuvo diversas imágenes para construir un mapa del paisaje situado frente a él, en las colinas Columbia. En esta zona se encuentra una depresión de unos 2 metros y una roca llamada Tetl. Al día siguiente, se movió 4 metros más alrededor del borde la depresión para mantener sus paneles solares lo bastante inclinados hacia nuestra estrella.

En Sol 265, un movimiento hacia la roca Tetl fue interrumpido porque el programa de control detectó un problema en el sistema de giro de las ruedas. A la espera de una investigación, el robot no se desplazó más, conformándose con investigar sus alrededores. Se realizaron pues varias lecturas con los espectrómetros, durante varios días. En Sol 269 se realizó un diagnóstico del freno del sistema de giro, pero en esta ocasión no se detectó ningún problema. La electrónica que controla este procedimiento parece en buenas condiciones. Esperando que se reproduzca de nuevo, los ingenieros decidieron dar luz verde a la continuación del programa científico y a los desplazamientos relacionados con él.

Así, en Sol 271 (7 de octubre), el Spirit se movió 2 metros, colocando a la roca Tetl al alcance de su brazo. Los próximos días estarían dedicados a analizar dicha roca y a cubrir un trayecto de 20 metros hacia un objetivo llamado “Machu Picchu”.

El robot Opportunity, mientras tanto, proseguía su intensa labor de investigación del cráter Endurance. Como su hermano gemelo, superó la conjunción solar y volvió de inmediato al trabajo. En Sol 238, por ejemplo, finalizó su observación del objetivo “Auk” y empezó a fotografiar su próxima meta, la roca “Ellesmere”. El robot se movió apenas 0,34 metros hacia atrás.

Durante Sol 239 y 240 se realizaron los análisis previstos en “Ellesmere”, más en concreto en los puntos llamados “No Coating” y “Barbeau”. En Sol 245, se efectuaron observaciones fotográficas de los alrededores para identificar más objetivos. Al día siguiente, la meta fue “Void”.

El próximo desplazamiento se inició en Sol 249. El robot avanzó 19,98 metros, experimentándose más deslizamiento del esperado, en dirección a “Wopmay”, una roca curiosa con aspecto de cerebro. El vehículo quedó a unos 2 metros de esta última, más cerca de lo previsto debido al mencionado deslizamiento (hasta un 64 por ciento).

La aproximación continuó en Sol 250. Se recorrieron 7 metros rodeando al objetivo y posicionándose para el acercamiento final.

En la Tierra, los científicos siguen revisando la información enviada por los dos robots y poniendo de manifiesto más pruebas de que una vez existió agua líquida en la superficie marciana. La zona en la que se halla el Opportunity estuvo empapada de agua hace mucho tiempo. Después se secó y fue erosionada. Hay signos de que algunas rocas pudieron haber sido humedecidas de nuevo, debido a un impacto cercano que creó un cráter con el tamaño de un estadio. La hipótesis procede del análisis de la roca plana “Escher” y de otras situadas cerca del fondo del cráter. El estudio de Wopmay podría ayudar a precisar un poco más la teoría.

Los actuales planes, después de examinar Wopmay, consisten en avanzar hacia una sucesión de capas llamada “Burns Cliff”. Una vez observada, el Opportunity saldrá del cráter Endurance y se dirigirá hacia el sur, en dirección al lugar de impacto del escudo térmico de su nave de descenso. En esta zona podrían haber sido expuestas rocas más profundas.

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