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Astronautas
El Segundo Vuelo Tripulado
Chino
17
de Octubre de 2005.
China ha efectuado otro decisivo paso
adelante en su calculado programa tripulado. Dos astronautas han pasado
cinco días en órbita, demostrando que su sistema se halla preparado para
empresas aún mayores.
La misión se ha desarrollado por cauces aún más abiertos que la vez
anterior. El vuelo de la Shenzhou-6 fue retransmitido en directo por
televisión desde principio a fin, acompañado por una visión general muy
interesante de instalaciones, centros de diseño, entrenamiento de
astronautas, cohetes y naves espaciales. El éxito de la iniciativa,
además, señala la madurez de la tecnología china en este campo, y su
preparación para próximos vuelos cada vez más ambiciosos. Las
autoridades ya han anunciado que la SZ-7, quizá en 2007, incluirá un
paseo espacial, y que las siguientes misiones (2008) ensayarán
acoplamientos en el espacio e incluirán mujeres a bordo. Ingredientes en
su mayoría que proporcionan a China, con la llegada del nuevo cohete
CZ-5, las herramientas necesarias para viajes a una estación espacial de
tipo Salyut e incluso para un vuelo alrededor de la Luna.
El periplo de la SZ-6 se inició un día antes de lo previsto para evitar
la mala meteorología que se esperaba en la zona de lanzamiento de
Jiuquan. Muy pocas horas antes del despegue se anunció que sus ocupantes
humanos serían Fei Junlong y Nie Haisheng, dos competentes miembros del
grupo de astronautas, formado por 14 pilotos. Vistiendo trajes
espaciales de clara inspiración rusa, ambos salieron del edificio en el
que fueron preparados bajo una ligera nevada que hacía temer lo peor.
Pero tras los saludos militares y el traslado a la zona de lanzamiento,
tres horas antes del despegue, el tiempo mejoró. A pesar de todo, éste
se llevaría a cabo con el cielo encapotado, limitando el seguimiento
televisivo desde tierra. Afortunadamente, en esta ocasión el enorme
cohete CZ-2F transportaba una serie de cámaras que mostrarían el ascenso
con gran claridad.
El despegue se produjo exactamente a la 01:00 UTC del 12 de octubre. Una
vez desaparecido tras las nubes, el cohete envió señales que permitieron
contemplar el desprendimiento de los aceleradores laterales, la etapa
central e incluso la separación del carenado. Una cámara instalada en la
etapa superior nos enseñó, por primera vez, la separación y alejamiento
paulatino de la SZ-6.
Ora cámara acompañó a los dos tripulantes durante todo el ascenso,
mostrándoles en todo momento relajados y saludando a los espectadores.
Una vez en órbita, cuando la microgravedad se apoderó de sus cuerpos,
las imágenes señalaron el hecho al enseñarnos varios elementos flotando
en la cabina.
Aunque la Shenzhou sigue los parámetros de diseño de la Soyuz rusa, en
realidad es una enorme mejora sobre aquélla. Sólo su forma exterior se
parece realmente a su homóloga. Por dentro es mucho más espaciosa
gracias a su mayor diámetro, lo que proporciona una sensación de cierta
comodidad a los astronautas, tres de los cuales pueden viajar a bordo.
La órbita baja elíptica de la SZ-6, con una inclinación de 42,4 grados,
sería ajustada y convertida en circular horas después del lanzamiento.
También se abrieron los paneles solares y se desplegaron las antenas. El
módulo superior de trabajo extendió sus propios colectores solares, pero
los astronautas no accedieron inmediatamente a su interior.
Con un vuelo previsto de 119 horas, había tiempo de sobras para llevar a
cabo un largo programa de tareas, mucho más extenso que el realizado por
Yang Liwei en 2003, cuando sólo estuvo 21 horas en órbita. La longitud
de la misión ha permitido estrenar nuevos elementos, como mayor variedad
en las comidas, sistemas sanitarios, sacos de dormir, etc. Se han
totalizado hasta 110 modificaciones técnicas respecto a la SZ-5, lo que
da idea del camino emprendido por los ingenieros, caracterizado por
mejoras progresivas de vuelo a vuelo. Sin embargo, la futura SZ-8 se
convertirá en el modelo estándar y definitivo.
Finalmente, los astronautas abrieron la escotilla y penetraron en el
módulo superior, que después de la misión debía quedar en órbita
operando de manera automática. Se trata de un módulo con las paredes
cubiertas de instrumentos y experimentos, que proporciona un estrecho
espacio para que el astronauta permanezca en pie operando sus diversos
elementos.
En las horas siguientes, los dos tripulantes participaron en sucesivas
retransmisiones televisivas. Hablaron con sus familiares, y recibieron
la llamada del Presidente chino Hu Jintao, quien les felicitó por su
trabajo. Nie Haisheng recibió además las felicitaciones de su familia,
pues el 13 de octubre fue su cumpleaños según el calendario lunar chino.
Temiendo una cambio negativo en la meteorología, durante varias jornadas
se habló de adelantar el regreso en al menos un día, pero finalmente
ello no ocurrió. El vehículo llevaba suministros para al menos una
semana, en caso de un retraso por algún tipo de contingencia.
Mientras las fuerzas de rescate efectuaban sus últimos entrenamientos,
el día 14 la SZ-6 maniobraba ligeramente para recuperar su órbita
prevista, durante la revolución número 30. Esta y una maniobra posterior
ayudaría a combatir el rozamiento atmosférico y demostraría además el
buen funcionamiento del sistema de propulsión. Los astronautas llegaron
a zarandear la nave para comprobar su auto-control.
Las autoridades barajaban hasta 13 lugares de aterrizaje alternativos.
Pero sólo uno, en Siziwang, en la Mongolia Interior, fue considerado
como zona principal. Es la misma en la que aterrizaron las SZ-3, 4 y 5.
Hasta ocho helicópteros se utilizarían para las tareas de búsqueda y
rescate. Cámaras infrarrojas seguirían el descenso y el aterrizaje, y
varios vehículos acudirían rápidamente al lugar con equipos médicos y
auxiliares.
Llegando a su final, la misión inició la fase definitiva del viaje con
el encendido de su motor a las 19:46 UTC del 16 de octubre. Los
astronautas, de nuevo dentro de sus trajes espaciales, se ataron a sus
asientos y sintieron el regreso a la gravedad y el rozamiento con las
capas altas de la atmósfera. Pronto se llegó a la fase de ocultación
radioeléctrica debido al plasma, y poco después se abrió el paracaídas
auxiliar y luego el principal, frenando el descenso. A las 20:32 UTC, la
SZ-6 tomaba tierra a apenas 1 km del lugar preestablecido, a pesar de
los vientos reinantes. Los ocupantes de la cápsula informaron de su buen
estado físico, tranquilizando a las fuerzas de rescate, que llegaron
unos minutos después en un ambiento gélido (2 grados bajo cero). Se
instaló una plataforma y se ayudó a los astronautas a salir al exterior.
Las operaciones fueron transmitidas por televisión, incluyendo los
saludos de éstos y la recepción de sendos ramos de flores entre los
aplausos de asistentes y espectadores en el centro de control.
Horas después, Fei Junlong y Nie Haishen fueron trasladados para
encontrarse con sus familias y colegas astronautas. Las celebraciones se
prevén largas e incluirán numeras visitas, parlamentos y giras por
varios países.
Finalicemos con unas breves reseñas biográficas elaboradas por Federico
García del Real Viudes:
Fei Junlong nació en mayo de 1965 en Suzhou, en la provincia china de
Jiangsu. Ingresó en la Fuerza Aérea con 17 años y dos años más tarde ya
era piloto de combate. Hoy es Coronel con 1.790 horas de vuelo en cinco
tipos de cazas distintos. En 1998 fue seleccionado astronauta para el
programa espacial chino y quedó entre los cinco finalistas para el vuelo
del Shenzhou-5 de octubre de 2003. Está casado con Wang Jie y tiene un
hijo, Fei Di, de 14 años. Es el astronauta número 441.
Nie Haisheng nació en septiembre de 1964 en Yangdang, en la provincia
china de Hubei. Es Coronel y piloto de combate de la Fuerza Aérea China
con unas 1.480 horas de vuelo en tres tipos de cazas. Elegido astronauta
en 1998 para el programa Shenzhou, quedó en tercer lugar en la selección
para el primer vuelo de octubre de 2003. Está casado con Nie Jielin y
tiene una hija de 11 años de edad, Nie Tianxiang. Es el astronauta
número 442.
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