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Sondas
Hacia Venus
14
de Noviembre de 2005.
 Europa
vuelve a mirar hacia los planetas, y lo hace esta vez en dirección a
otro vecino planetario, el enigmático Venus. Aprovechando gran parte de
la tecnología desarrollada para la investigación de Marte (Mars
Express), la Agencia Espacial Europea ha conseguido una misión de bajo
coste (Venus Express) que ampliará grandemente nuestros conocimientos
sobre la atmósfera venusiana.
El lanzamiento se produjo desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán,
a las 03:33 UTC del 9 de noviembre. Se empleó para ello un cohete
comercial Soyuz-FG/Fregat, gestionado por el consorcio Starsem. El
vehículo situó a su carga en una trayectoria de escape, cuando tras
pasar por una órbita baja circular, reencendió la etapa superior Fregat
1 hora y 22 minutos después del despegue, acelerando para huir de la
gravedad terrestre. La Venus Express se separó de la Fregat a las 05:11
UTC, y sus señales fueron poco después detectadas en la Tierra, gracias
a la antena de New Norcia, en Australia. Una antena similar, en
Cebreros, España, recogería el testigo a partir del 11 de noviembre.
La Venus Express es una misión desarrollada por la ESA en un tiempo
récord, gracias a la filosofía de reutilizar los diseños y parte del
hardware desarrollados para la Mars Express. Tardará 153 días en llegar
a Venus, y una vez allí realizará durante unos 500 días un estudio
detallado de la superficie y de la atmósfera venusiana. La nave lleva a
bordo siete instrumentos: espectrómetros y cámaras que cubren un amplio
espectro de longitudes de onda (desde el infrarrojo al ultravioleta); un
analizador de plasma; y un magnetómetro. Varios centros españoles
participan en estos instrumentos. Por ejemplo, el Instituto de
Astrofísica de Andalucía participa con tres co-investigadores (José Juan
López Moreno, Rafael Rodrigo y Julio Rodríguez) en el PFS (Planetary
Fourier Spectrometer), un instrumento que determinará con gran detalle
la composición de la atmósfera venusiana. El IAA elabora modelos
teóricos que permitirán después poder analizar los datos relativos a
temperatura, emisiones atmosféricas y compuestos minoritarios. El IAA
también participa en el instrumento Virtis, con un co-investigador
(Miguel Ángel López Valverde), en colaboración con el grupo de Agustín
Sánchez Lavega en la Universidad del País Vasco. Virtis es un
espectrógrafo ‘heredado’ en este caso de la nave Rosetta, de la ESA. Con
él se pretende aclarar, entre otras cosas, porqué en la atmósfera de
Venus, a una altura de varios cientos de kilómetros, hay vientos de
hasta 360 kilómetros por hora, una velocidad altísima teniendo en cuenta
que el planeta rota muy lentamente (un día venusiano dura 243 días
terrestres). También se estudiará la meteorología (en Venus hay
misteriosas ‘tormentas secas’); y la composición de las nubes de Venus).
Una inesperada contaminación detectada en el interior del carenado del
cohete obligó a revisarlo y a certificar que la sonda estaba en buenas
condiciones, retrasando el momento del despegue en varios días. A la
sazón, éste se produjo en el momento más óptimo de la ventana de
lanzamiento, que se extendía desde el 26 de octubre hasta el 24 de
noviembre. El vector inyectó además con gran precisión a su carga en la
ruta de escape. En abril de 2006, diez años después de la última visita,
la sonda entrará en órbita alrededor de Venus y se preparará para
explorarlo.
Hasta entonces, los controladores del ESOC, en Alemania, seguirán paso a
paso el vuelo de la Venus Express. Vigilarán sus subsistemas y se
asegurarán de que todo esté a punto en el momento crucial de la
inserción en órbita alrededor de Venus.
Tras el lanzamiento y la separación respecto a la etapa Fregat, una
serie de comandos automáticos se encargaron de activar sus sistemas de
control térmico y propulsión, de abrir sus paneles solares y de
maniobrar para orientarse en el espacio. Las señales de la sonda
llegaron a la Tierra demostrando que estaba en buenas condiciones
después del despegue. A continuación, el vehículo se estabilizó en sus
tres ejes, y al día siguiente efectuó un encendido de calibración de sus
motores de maniobra. El día 11, efectuó su primera maniobra de
corrección de trayectoria (TCM-1), ajustando su ruta de acercamiento a
Venus. El encendido se inició a las 06:14:33 UTC, y duró 209 segundos
para un cambio de velocidad de 3,43 m/s.
Si todo va bien, el 11 de abril de 2006 su motor principal actuará
durante 51 minutos para frenar y ser capturada por el planeta. La órbita
inicial, polar, será muy elíptica, de unos 250 por 350.000 km. Un nuevo
encendido, unos días después, y varios ajustes posteriores, situarán la
órbita de trabajo definitiva (250 por 66.000 km, de unas 24 horas de
duración). El 7 de mayo, empezarán las tareas de chequeo de sistemas, y
el 4 de junio, se iniciarán las operaciones científicas rutinarias.
La Venus Express es casi un gemelo de la Mars Express, como se ha dicho.
Ha sido construida por EADS Astrium en un plazo de menos de 4 años,
desde la concepción al lanzamiento. Los únicos cambios son de
instrumentos y de entorno (debido a la mayor cercanía respecto al Sol).
La sonda, de 1.240 kg de peso, ha costado 220 millones de euros,
incluyendo su desarrollo, lanzamiento y operaciones.
Su misión deberá durar al menos dos días venusianos (486 días
terrestres), aunque podría extenderse. Su principal objetivo será la
atmósfera del planeta, que oculta la superficie. Sus siete instrumentos
(tres son reservas de la Mars Express, dos de la Rosetta, y dos se han
diseñado específicamente para este vuelo), medirán la temperatura y la
composición atmosféricas, como también de la superficie, y se buscarán
signos de actividad volcánica. Se analizará asimismo la interacción
entre la atmósfera superior y el viento solar en ausencia de una
magnetosfera (Venus no tiene campo magnético). La cámara VMC observará
el planeta en varias longitudes de onda, en especial en el infrarrojo
para atravesar la capa nubosa y ver la superficie.
Más información en:
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