Home / Ultimas Noticias
Archivo Noticias de la Ciencia y la
Tecnología.
Archivo Noticias del Espacio
Contacto
Suscripciones (email)
Boletín Noticias de la Ciencia y la
Tecnología
Boletín Noticias del Espacio
Boletín Noticias de la Ciencia y la
Tecnología Plus
|
Recuerda:
suscríbete a nuestros boletines gratuitos y recibe cómoda y
semanalmente las noticias en tu dirección electrónica.
Turismo
Espacial
Misión Cumplida
11
de Octubre de 2004.
El
ANSARI X-Prize ya tiene dueño. Brian Binnie, el piloto de 51 años del
SpaceShipOne, sustituyó en esta ocasión a Mike Melvill, superando el
récord de altitud en una misión perfecta tan sólo cinco días después del
primer vuelo de competición.
Las condiciones estaban muy claras: una vez realizado un primer vuelo
según el reglamento oficial, debía repetirse éste antes de que
transcurrieran dos semanas, demostrándose así la reutilización del
vehículo y su rápida preparación, ingredientes ambos esenciales para
fomentar el turismo espacial.
El SpaceShipOne, sin embargo, no debería esperar tanto. El lunes 4 de
octubre volvía a despegar cumpliendo todos los objetivos y llevando a
cabo una gesta equivalente a la que realizó Charles Lindbergh al
atravesar el Atlántico hace muchas décadas. Sus promotores no pueden
estar más contentos: además de vivir un momento histórico y de
embolsarse los 10 millones de dólares del premio (aunque en realidad
éstos no cubren los gastos de desarrollo del vehículo), han demostrado
que el turismo espacial es posible. Y es con esta demostración y con la
bien merecida notoriedad pública alcanzada que ya han conseguido lo que
realmente querían: Richard Branson financiará la creación de la primera
línea de turismo espacial, abriendo un lucrativo y pionero negocio para
quienes creyeron en el proyecto desde el primer instante, Burt Rutan
(diseñador) y Paul Allen (inversor). Licenciando la tecnología ideada
para el SpaceShipOne, y mejorándola, pronto tendremos vehículos
semejantes llevando a múltiples pasajeros a más de 100 km de altitud. Y
si bien al principio dichos pasajeros deberán estar bien pertrechados
económicamente, esto podría resolverse en el futuro. El logro del SSO ha
beneficiado en cierta manera a los otros equipos que participaban en el
ANSARI X-Prize, quienes, sin haber alcanzado la gloria de ser los
primeros, sí van a tener ahora mejores posibilidades de encontrar
patrocinadores. Gracias en parte a la futura “Cup”, durante la cual,
anualmente, múltiples grupos competirán en otras facetas del vuelo
(distancias, altitudes, número de pasajeros…), muchos de estos equipos
se convertirán en embriones de empresas que competirán, ahora
comercialmente, por ofrecer billetes de vuelo más atractivos y baratos.
El resonante éxito del X-Prize, además, puede haber abierto los ojos a
determinadas organizaciones para que lleven a cabo otras iniciativas
semejantes en otros campos de la ciencia. La propia X Prize Foundation
ya ha unido fuerzas con la World Technology Network para lanzar premios
que ayuden a producir innovaciones tecnológicas realmente interesantes,
y estamos seguros de que otros grupos se añadirán a esta línea de
actuación muy pronto. Premios para lograr rápidos avances en la
informática, la medicina, la obtención energética, etc., podrían ser una
alternativa al actual modelo de investigación. Así, podría imaginarse un
premio para el equipo que produjera la mejor solución (barata y
efectiva) para la desalinización del agua marina, resolviendo el
problema del agua potable en muchos lugares del globo, o un premio para
quienes desarrollen vehículos con un ínfimo consumo por kilómetro. El
objetivo, sin duda, es hacer que los científicos adopten caminos
teóricos arriesgados, pero potencialmente lucrativos, encontrando
financiaciones privadas atraídas por las posibilidades del éxito, en
contraposición con el actual sistema de financiaciones gubernamentales y
de empresa que priman siempre los resultados a corto plazo, coartando
con ello la explotación de ideas brillantes.
El segundo vuelo del SSO, el que debía rubricar su participación en todo
este panorama, se inició a las 15:49 UTC del 4 de octubre, cuando fue
liberado por su nave nodriza (el White Knight pilotado por Melvill)
desde unos 50.000 pies de altitud sobre el aeropuerto de Mojave.
El motor híbrido del SSO fue activado y pronto el vehículo fue situado
en una trayectoria de ascenso casi vertical. Durante esta oportunidad,
ninguno de los problemas de rotación experimentados por Melvill en las
anteriores ocasiones resultaron aparentes. Completamente estable, el
vehículo subió rápidamente hasta agotar el impulso de su motor, y luego
siguió ascendiendo merced a la inercia. Alcanzó unos 368.000 pies (unos
11 km), altitud más que suficiente para superar la prueba, y para batir
de paso el récord alcanzado por el avión experimental de la NASA X-15.
El piloto disfrutó de unos 3 minutos y medio de ingravidez.
Para iniciar el descenso, Binnie movió las alas de su aparato tal y como
estaba previsto, situándolas en la configuración para aumentar al máximo
la resistencia aerodinámica y de este modo colaborar en el frenado
atmosférico. Ya a mucha menor altitud, las alas volvieron a su lugar,
para permitir un planeo óptimo. Por fin, la nave aterrizaba en la pista
de Mojave, a las 16:13 UTC, y despertaba la euforia en los cientos de
personas congregados al acontecimiento. Entre ellos se encontraban los
representantes de los equipos que tan duramente habían competido en el
premio.
El vehículo había transportado el peso equivalente a dos pasajeros más
el piloto (totalizando 270 kg). Como ya ocurriera con el anterior vuelo,
el peso muerto adoptó la forma de artículos personales de los
participantes en el programa, incluyendo el anillo de boda de alguno de
ellos, quienes a partir de ahora podrán afirmar que poseen algo que ha
volado al espacio.
El premio de 10 millones de dólares será entregado el 6 de noviembre
durante una ceremonia especial que se celebrará en St. Louis, la mítica
ciudad que financió el viaje de Lindbergh.
Los participantes están convencidos de que la era del turismo espacial
ha nacido, de una manera semejante a cómo aparecieron las primeras
líneas aéreas. En todo caso, los políticos tienen ahora la
responsabilidad de regular esta nueva industria, propiciándola, no
restringiéndola, para que algún día cualquier persona que lo desee pueda
volar al espacio desde cualquier punto del globo.
Más información en:
|