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Espacial
Informe ISS/STS-121
3
de Julio de 2006.
En
la estación espacial internacional, Jeff Williams y Pavel Vinogradov
esperan impacientes la llegada del transbordador Discovery, que traerá
con él a su nuevo compañero, el alemán Thomas Reiter.
Informados de los retrasos en el lanzamiento por la adversa
meteorología, los dos astronautas siguen preparando la estación para la
estancia durante varios días de un total de nueve personas. Además, han
configurado los sistemas del módulo esclusa Quest, desde el cual se
efectuarán varios paseos espaciales, han preparado los trajes y
herramientas que se utilizarán para ellos, y han revisado los
procedimientos de manipulación del brazo robótico de la estación.
Se ha confirmado asimismo el buen funcionamiento del sistema de
comunicaciones que les permitirá hablar con la tripulación del Discovery
durante su aproximación, y se han empaquetado algunos artículos que
deberán regresar a la Tierra con el transbordador, como un viejo
intercambiador de calor que será revisado por los ingenieros.
Sin olvidar sus tareas científicas, los astronautas han recogido
muestras de orina para un experimento que trata de estudiar la
generación de piedras en el riñón, además de mantener un listado de
todos los alimentos y bebidas que tomaron durante el período examinado
(tres días). Williams y Vinogradov utilizaron indistintamente una droga
que se sabe es útil para prevenir la formación de cálculos renales, o un
placebo.
La nave de carga Progress M-57 (22P) se acopló conforme a lo previsto,
con unos minutos de antelación, en el puerto de atraque del módulo Pirs,
en la estación espacial internacional. La unión se produjo de forma
automática, a las 16:25 UTC del 26 de junio, mientras se sobrevolaba el
norte de África. La tripulación de la ISS abrió la escotilla de la
cosmonave una vez comprobada la inexistencia de fugas de aire, lista
para empezar a descargar algunos de sus contenidos desde el martes 27 de
junio, aunque la mayor parte de ellos no serán retirados hasta que el
transbordador Discovery regrese a la Tierra. A bordo viajan algunos
equipos que utilizará el astronauta europeo Thomas Reiter, en cuanto se
instale como tercer tripulante de larga duración del complejo orbital.
Vinogradov desmontó el sistema de acoplamiento automático Kurs, que
podrá aprovecharse para otra misión. Además, desde la Tierra, se efectuó
una prueba con sus propulsores, para evaluar su capacidad de incrementar
la altitud de la estación cuando sea necesario.
Mientras, en la Tierra se preparaba el lanzamiento del Discovery. Con
algo de adelanto respecto al horario previsto, la tripulación del
transbordador llegó a Florida procedente de Houston, lista para los
últimos preparativos que debían conducirla a un lanzamiento el 1 de
julio. El comandante Steve Lindsey, el piloto Mark Kelly, los
especialistas de misión Piers Sellers, Mike Fossum y Stephanie Wilson, y
el miembro de la expedición de larga duración de la ISS, el alemán
Thomas Reiter, llegaron al Centro Espacial Kennedy en parejas, a bordo
de los habituales aviones T-38, que aterrizaron en la pista de la
lanzadera espacial. La única preocupación en esos momentos era la
posibilidad de lluvias durante las horas cercanas al momento del
lanzamiento, el sábado.
La cuenta atrás se inició tal y como estaba previsto el día 27, en la
posición T-43 horas. Cada uno de los pasos de dicha cuenta fue
supervisado desde las consolas de la Firing Room 4, en el centro de
control de lanzamiento (LCC). Los astronautas participaron en varios
entrenamientos, a bordo de los jets T-38, mientras que el comandante y
el piloto practicaron además el aterrizaje del transbordador mediante la
aeronave STA (Shuttle Training Aircraft). En la zona de lanzamiento 39B,
los técnicos completaron el almacenamiento preliminar de artículos en la
cabina de vuelo del Discovery, y se inició la carga de combustible de
las células que proporcionarán electricidad durante el vuelo. El equipo
de dirección, por tanto, dio dado luz verde al lanzamiento en el horario
previsto (19:48 UTC).
Sin embargo, y dado que se trataba de una ventana de despegue muy corta,
cualquier retraso obligaría a posponer la partida. La USAF ya había
advertido que existía un 60 por ciento de posibilidades de que el mal
tiempo impidiese el lanzamiento. Las tormentas se presentarían a
distancias demasiado cercanas a la rampa y de la pista de aterrizaje,
violando el reglamento. Con un retraso de 24 horas, las predicciones
serían similares, de modo que la STS-121 (ULF1.1) podía verse atrasada
hasta el lunes como mínimo. La ventana, dictada por las condiciones de
iluminación, se extiende hasta el día 19 de julio.
Como ya se preveía, el lanzamiento del transbordador espacial Discovery
no pudo ocurrir durante la apertura de la ventana de despegue debido a
la deficiente situación meteorológica. El primer intento, el 1 de julio,
se desarrolló con un cierto optimismo. La tripulación se dirigió a la
rampa, se introdujo en el vehículo y esperó el paso de las horas
finales. Sólo se informó de un problema en un pequeño propulsor lateral
de maniobra (L5L), que quedó desactivado e inutilizable para la misión,
pero que no preocupó a la NASA debido al alto nivel de redundancia (cada
sistema tiene hasta 6 propulsores).
Pero conforme se acercaba el momento del despegue, las nubes tormentosas
a menos de 20 millas de la zona de lanzamiento se hicieron más
amenazadoras, y finalmente obligaron a suspender el intento de partida
desde la rampa 39B. Dichas nubes pueden generar aparato eléctrico al
atravesarlas, y también limitan la visibilidad en caso de un aterrizaje
forzoso.
La dirección del programa decidió volver a intentarlo el domingo (19:26
UTC). Pero en esta ocasión, las lluvias afectaron de forma intermitente
también al amplio centro espacial, y finalmente se decidió no esperar al
agotamiento de la cuenta atrás.
El combustible de las unidades que aportan energía a varios subsistemas
durante el despegue, se consume de forma paulatina, de modo que debe
recargarse cada tres intentos de lanzamiento. En este caso, ante las
predicciones meteorológicas para el lunes, la NASA decidió programar el
siguiente intento para el martes 4 de julio (18:38 UTC), dando descanso
hasta entonces al personal y recargando las unidades para proporcionar
tres oportunidades más en los próximos días, cuando se espera que el
tiempo sea mejor.
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