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Secuenciación del Genoma de la Chlamydomonas
30 de Octubre de 2002.
 Después de secuenciar los genomas de los humanos, varios insectos, animales y plantas de cultivo, los biólogos han dirigido su atención hacia un tipo de alga unicelular, no más gruesa que un cabello humano, que podría aportarnos numerosas ventajas económicas.
Chlamydomonas reinhardtii es un alga considerada como muy importante en la investigación biológica y genética. Los científicos del Boyce Thompson Institute, en la Cornell University, han secuenciado el genoma de su cloroplasto, la zona en la que la planta, gracias a la clorofila, captura la energía de la luz.
Gracias a la secuenciación de su genoma, se ha podido someter a la Chlamydomonas a diversas tensiones ambientales y ver su respuesta frente a ellas, explica el biólogo David Stern. Por ejemplo, se la ha expuesto a varios productos químicos, como los fosfatos. El mundo desarrollado utiliza gran cantidad de fertilizantes basados en fósforo para propiciar el crecimiento de las plantas en los cultivos. Dado que la Chlamydomonas comparte muchas de las respuestas a los fosfatos con las plantas de cultivo, nuestro trabajo con ella podría permitir descubrir formas de mejorar la tolerancia o la adaptación en estas últimas. Se espera así modificar genéticamente las plantas para que necesiten menos fertilizante, reduciéndose al mismo tiempo la cantidad de fósforo que contamina las vías de agua y que provoca la aparición de algas en lagos y estanques cercanos a regiones agrícolas.
Las algas también podrían algún día ser una fuente de hidrógeno, un combustible limpio. Actualmente, el hidrógeno que se utiliza para alimentar un tipo de batería llamado célula de combustible, procede del gas natural (una fuente no renovable). La Chlamydomonas podría ser una fuente de hidrógeno mucho más adecuada.
Otra aplicación propiciada por el conocimiento de su genoma es su uso como "biorreactor", para crear o "sobreexpresar" una serie de proteínas nuevas que podrán utilizarse en agricultura, industria y biomedicina.
Estos organismos se encuentran en agua dulce o salobre, en todo tipo de suelos, en las chimeneas termales submarinas e incluso bajo la capa de hielo antártica. Una de las especies muestra un pigmento rojo (un protector solar) y se la puede ver en regiones alpinas o árticas, dando forma al fenómeno de la "nieve roja". Su amplia distribución indica que su naturaleza es muy adaptable.
Siendo un organismo simple y con el que es fácil trabajar, el único problema de la Chlamydomonas había sido desde siempre nuestro desconocimiento de su genoma, algo que ya se ha resuelto.
Información adicional en:
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