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Arqueología.
Arqueología Con Chimpancés

29 de Mayo de 2002.

Foto: Julio MercaderVarios científicos han aplicado métodos arqueológicos para investigar cómo los chimpancés de la selva del Africa occidental consiguen acceder a los contenidos de ciertos frutos que poseen cáscaras muy duras. Su uso de piedras y ramas tiene puntos de contacto con las técnicas que utilizaban nuestros propios ancestros.

Se ha visto a chimpancés golpear piedras con pesados palos, que utilizan como martillos, para romper diferentes tipos de cáscaras. Lo hacen durante dos horas al día, durante los cuatro meses que dura la estación en la que estos frutos están disponibles. Los especialistas se sienten atraídos por este comportamiento inteligente, que podría ser muy antiguo. Pero, ¿han cambiado las técnicas a lo largo del tiempo? Para averiguarlo, Christophe Boesch, del Max Planck Institute For Evolutionary Anthropology de Leipzig, Alemania, y Julio Mercader y Melissa Panger, ambos de la George Washington University, de Estados Unidos, han realizado una excavación arqueológica de una zona empleada por los chimpancés para esta tarea. Los trabajos empezaron en septiembre de 2001 y ahora se han presentado los resultados.

Desde 1979, Christophe y Hedwige Boesch han estado siguiendo a los chimpancés del Taï National Park, en la selva de la Ivory Coast. Durante este período, averiguaron que los chimpancés jóvenes necesitan varios años para aprender la técnica de abrir las cáscaras, y que por tanto sus madres deben compartir con ellos el contenido de los frutos hasta que saben hacerlo solos. Se trata de un comportamiento cultural, puesto que, a pesar de que los citados frutos están disponibles en toda Africa tropical, sólo tratan de abrirlos los chimpancés de una limitada zona.

Las excavaciones arqueológicas nos están ayudando a saber más sobre esta costumbre. El lugar seleccionado fue uno en el que se había visto durante varios años a chimpancés intentando romper cáscaras de Panda oleosa. El uso de métodos arqueológicos sobre una especie no humana, ha permitido averiguar que los primates recogen piedras de varios lugares y los traen hasta los árboles donde empezarán a trabajar.

Se han puesto de manifiesto "áreas de actividad", donde se han recogido más de 4 kg de fragmentos de piedras y casi 40 kg de cáscaras. Como en los yacimientos arqueológicos humanos, es la repetida ocupación de un punto y la acumulación de materiales lo que aporta valiosa información. El lugar excavado, bajo el árbol llamado Panda 100, sugiere que el comportamiento estudiado ha estado presente en la región durante muchas generaciones, ya que el árbol tiene más de 100 años.

Se extrajeron 479 fragmentos de piedra, algunos desde una profundidad de hasta 21 cm. Lo más interesante, sin duda, es que el tamaño de las piedras, la forma de las muescas, etc., son similares a lo que han encontrado los paleontólogos en algunos yacimientos africanos donde vivieron nuestros antepasados primitivos, especialmente aquellos que pertenecieron al periodo "Oldowan". Estos últimos podrán ser reinterpretados como puntos en los que se llevaban a cabo actividades semejantes a las que realizan ahora los chimpancés, y de forma más general, se puede decir que estos homínidos ya sabían cómo extraer el fruto del interior de sus cáscaras.

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