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CO2 y Automoción
26 de Junio de 2002.
 Los científicos están desarrollando diversas tecnologías que permitirán usar dióxido de carbono para proporcionar aire acondicionado en automóviles y otros vehículos similares. Se podrá así abandonar la utilización de refrigerantes sintéticos, que se cree dañan la capa del ozono y contribuyen al calentamiento global.
Ya hay investigadores que trabajan para fabricar acondicionadores de aire que utilizarán refrigerantes amistosos con el ambiente, neveras que usarán ondas sonoras para provocar el enfriamiento, y dispositivos de estado sólido que enfriarán mediante principios electrónicos y sin partes móviles.
Hasta entonces, los sistemas para automoción con CO2 como refrigerante, están cada vez más cerca de hacerse realidad. El dióxido de carbono ya fue elegido a principios del siglo XX como refrigerante, pero fue pronto sustituido por sustancias sintéticas hechas por el Hombre, que pueden funcionar a menor presión. Avances tecnológicos que posibilitan la fabricación de conductos de aluminio extremadamente finos (microcanales), lo harán posible.
Aunque el CO2 es un gas invernadero, los refrigerantes convencionales (hidrofluorocarbonos y CFCs), son 1.400 más potentes que el dióxido de carbono en esta faceta. La cantidad de CO2 que será liberado a la atmósfera desde los acondicionadores de aire será insignificante comparada con la que se produce cuando quemamos combustibles fósiles.
Los ingenieros también están desarrollando otra tecnología que emplea el CO2, esta vez para calentar el interior de un automóvil incluso cuando su motor aún está frío. Esto se conseguirá mediante "bombas de calor", que utilizarán el CO2 como fluido de trabajo, invirtiendo el ciclo de intercambio de calor del aire acondicionado, recogiéndolo del exterior y transfiriéndolo al interior del coche.
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