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Estudiando las Tormentas Eléctricas
24 de Julio de 2002.
 La NASA y varios científicos universitarios utilizarán un vehículo aéreo no tripulado para investigar las causas de las tormentas eléctricas y los efectos que producen sobre nuestro planeta. Nunca hasta ahora se había utilizado este tipo de herramienta para estudiar este fenómeno.
Los trabajos se efectuarán en el marco del programa Altus Cumulus Electrification Study (ACES). En agosto, los científicos lanzarán un UAV (uninhabited aerial vehicle) desde la Base Aérea Naval de Key West, en Florida, y lo dirigirán hacia alguna de las múltiples y frecuentes tormentas que se desencadenan sobre la península durante el verano.
El vehículo transporta a bordo diversos instrumentos para realizar mediciones eléctricas, magnéticas y ópticas. Se investigarán cuestiones tales como la actividad de los relámpagos y el ambiente eléctrico dentro y alrededor de las tormentas. Al mismo tiempo, se emplearán radares terrestres y observaciones de satélite para proporcionar información detallada de las propiedades de las nubes. Así, se contabilizará el ritmo de producción de relámpagos, la cantidad de precipitación y la velocidad de los movimientos de las masas de aire.
El investigador principal, Richard Blakeslee, cree que la experiencia ayudará a mejorar las predicciones meteorológicas, sobre todo respecto a tormentas que pueden producir mayores complicaciones. Además, entendiendo cómo se comportan individualmente las tormentas, podremos comprender mejor la meteorología a escala global.
Desde el punto de vista tecnológico, los investigadores aprenderán a utilizar los vehículos UAV para misiones científicas. Pueden aproximarse mucho a las tormentas sin poner en peligro vidas humanas, de modo que es una muy buena opción de futuro para ciertas tareas.
La presente misión utiliza un Altus UAV, construido por la compañía General Atomics Aeronautical Systems. Ha sido elegido porque posee una baja velocidad en vuelo (entre 70 y 100 nudos -de 128 a 184 km/h-), un alcance de hasta 55.000 pies de altitud, y un rendimiento prolongado. Sus alas tienen una envergadura de más de 15 metros, lo que le proporciona la habilidad de volar cerca de las tormentas durante largos periodos de tiempo. Las investigaciones pueden entonces realizarse durante su ciclo de vida completo.
Información adicional en:
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