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Adictos al Azúcar
24 de Junio de 2002.
El dicho popular "estoy enganchado a los dulces", no es sólo una disculpa amable
esgrimida por ciertas personas demasiado glotonas. Psicólogos de la Princeton University piensan que podría efectivamente existir algún tipo de adicción, semejante a la que implica la dependencia respecto a las
drogas.
Hasta ahora no se había demostrado científicamente que el azúcar es realmente adictivo. Pero Bart Hoebel, un neurocientífico que ha participado en el estudio, ha comprobado que ello es posible. Ha analizado el comportamiento de varias ratas a las que se les permitió consumir mucho azúcar. Midiendo su química cerebral, vio que mostraban síntomas de dependencia.
El azúcar, según Hoebel, provoca la producción de opioides naturales del cerebro, el cual desarrollará una adicción frente a éstos, como si fueran morfina o heroína. Las drogas tienen un mayor efecto, pero el proceso es básicamente el mismo.
No está claro si el resultado puede aplicarse a los humanos, pero al menos disponemos ahora de un modelo animal de la dependencia del azúcar, permitiendo a los científicos investigar más sobre las conexiones entre los antojos alimenticios y la fisiología cerebral.
Es muy difícil tratar adicciones, pero saber que se deben más a un desorden cerebral que a una falta de voluntad puede ayudar a quienes las sufren. Probablemente este concepto podrá aplicarse también a las personas que comen de forma compulsiva.
Las ratas del experimento recibieron dosis cada vez mayores de azúcar en su dieta nutritivamente equilibrada. Poco a poco, doblaron su consumo diario, tomando el azúcar durante la primera hora en que estaba disponible. Cuando los investigadores retiraron todo el azúcar de la comida, las ratas experimentaron el típico castañeo de dientes, un signo común del síndrome de abstinencia. A algunas de ellas, además de quitarles el azúcar se les administró un fármaco que bloquea los receptores de opioides en el cerebro. Mostraron así síntomas de ansiedad y una inversión en el acostumbrado equilibrio de neurosustancias en el sistema de motivación cerebral.
Las ratas que no fueron alimentadas con azúcar para provocarles adicción, y que sí recibieron el bloqueador de los receptores, no experimentaron el síndrome de abstinencia.
Información adicional en:
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