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El Primate Más Antiguo
23 de Abril de 2002.
Los científicos han demostrado, mediante una aproximación estadística, que los primates, el grupo de animales del que descienden los humanos, se originaron hace 85 millones de años, y no hace 65 millones de años, como se aceptaba hasta la fecha. Nuestros ancestros, pues, empezaron a propagarse cuando los dinosaurios aún dominaban sobre la Tierra.
Hasta ahora, se creía que los primates sólo pudieron desarrollarse como tales tras la desaparición de los dinosaurios, hace 65 millones de años. La revisión del árbol "genealógico" de los primates también sugiere que los humanos empezaron a separarse de la línea que ha llevado hasta los chimpancés hace 8 millones de años, y no hace 5, como se pensaba. Otra conclusión es que un origen más temprano de los primates hace más probable que la deriva de los continentes jugara un papel importante en las subdivisiones geográficas iniciales de este grupo.
Uno de los principales problemas que los paleontólogos han tenido para datar los momentos importantes de la evolución de los primates ha sido la falta de restos fósiles. La interpretación directa de los fósiles disponibles lleva a menudo a errores cronológicos, según Robert D. Martin, del Field Museum. De hecho, nuestros cálculos indican que sólo disponemos de evidencias fósiles de apenas el 5 por ciento de todos los primates extinguidos, lo que es comparable a reconstruir un enorme rompecabezas de 5.000 piezas con sólo 50 de ellas.
Para "completar" el registro fósil, lleno de espacios en blanco, los científicos han empezado a utilizar un método estadístico. El primer fósil de primate (inequívoco) disponible, data de hace unos 55 millones de años. Ante ello, la mayoría de los paleontólogos interpretan que los primates se originaron no antes de hace 65 millones de años. Es decir, se añaden algunos millones de años a la edad del más temprano fósil conocido. Pero el caso de los primates es complicado puesto que a menudo los restos de los que se disponen son apenas algunos dientes o fragmentos de hueso, y muchas especies son conocidas por sólo un espécimen.
El nuevo método estadístico, en cambio, estima el tiempo transcurrido entre el más viejo fósil conocido y el más antiguo ancestro común de un grupo determinado. También estima el número probable de especies extinguidas en dicho grupo, basándose en una vida media de 2,5 millones de años para cada especie, el número de especies fósiles conocidas en cada intervalo estratigráfico, y el número de especies vivas hoy en día (235 primates, la cifra mínima posible).
Una revisión de trabajos anteriores ha revelado un total de 474 especies de primates fósiles. Aplicando el nuevo sistema estadístico, se llega a la conclusión de que hubo entre 8.000 y 9.000 especies de primates extinguidas.
Si es cierto que el primer primate apareció hace 85 millones de años, será necesario volver a escribir la historia de la evolución de este grupo. Por ejemplo, la deriva continental que rompió el continente de Gondwana pudo contribuir a la divergencia de los primates.
La nueva fecha también indica que los primates se originaron probablemente en regiones tropicales o subtropicales del sur, y que después se expandieron hacia el norte. Hasta ahora se creía que habían surgido en regiones norteñas.
La falta de fósiles de primates del Cretácico en estas zonas del sur podría deberse a que las condiciones en ellas no favorecieron su conservación. Es muy posible que los primeros primates fueran muy pequeños, dificultando su fosilización y descubrimiento. Su aspecto pudo ser parecido al de un lémur enano actual, con escaso cerebro. Tendría hábitos nocturnos y viviría en los árboles. Su peso no sobrepasaría los 800 gramos y comería frutas e insectos.
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