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Paleontología
Cómo Comían los Tiranosáuridos

22 de Octubre de 2004.

Foto: Museum of the RockiesLas películas populares muestran al Tyrannosaurus rex mordiendo a su presa y tragándose sus pedazos sin masticar. Ahora, una investigación más precisa de los dientes de estos animales revela que podrían haber comido de una forma semejante a la de los mamíferos, es decir, cortando y procesando la comida con los dientes antes de tragársela.

Es la primera vez que los investigadores han documentado a unos reptilianos con hábitos alimenticios que se parecen más a los de un mamífero.

El análisis ha sido llevado a cabo por Peter Ungar, profesor de antropología, y Blaine Schubert, de la University of Arkansas. Su objetivo era reconstruir las dietas de los tiranosáuridos, una familia de carnívoros gigantes entre los que se incluye el mencionado Tyrannosaurus rex. Estos animales están a su vez clasificados como reptilianos, un término que incluye tanto a reptiles como a aves. Habrían sido cazadores o carroñeros, por lo que Ungar y Schubert decidieron que debía aclararse la cuestión.

Mientras trabajaban en el problema, descubrieron evidencias de que los tiranosáuridos, en concreto, podrían haber procesado la comida como los mamíferos, en vez de tragársela como los otros reptilianos.

Los reptilianos modernos tampoco mastican. No poseen el mismo grado de diferenciación muscular y de control de las mandíbulas que tienen los mamíferos. Usan sus dientes para matar y capturar animales, o para meter material vegetal en la boca, pero no mastican nada de ello. Todo el proceso de digestión se desarrolla dentro del cuerpo.

Los mamíferos, por su parte, tienen articulaciones complejas en las mandíbulas, así como músculos bien separados, con dientes de formas diferentes que permiten una masticación precisa. El acto de masticar inicia el proceso de digestión, rompiendo y machacando la comida para que pueda ser digerida mejor en el estómago. En esencia, empiezan con trozos grandes de comida y acaban con muchos fragmentos pequeños.

Los reptilianos y los mamíferos procesan su comida de forma distinta porque deben mantener ritmos metabólicos diferentes. Los reptilianos son de sangre fría, y dependen del Sol para calentarse y funcionar. Sin producir su propio calor, su ritmo metabólico es una décima parte del de los mamíferos. Por tanto, no requieren obtener la misma cantidad de energía de la comida para vivir.

Los mamíferos, como criaturas de sangre caliente, han tenido en cambio que incrementar la eficiencia con la que sus cuerpos desmenuzan la comida. Así, los ácidos del estómago pueden digerirla más rápidamente y el cuerpo obtiene más nutrientes de ella.

Los científicos aún no han determinado del todo si los dinosaurios eran de sangre caliente o fría. Sin embargo, dado que los tiranosáuridos eran reptilianos, la lógica nos dicta que debían tragarse su comida sin masticarla. Pero el estudio realizado por Ungar y Schubert dice lo contrario. No actuaban como el cocodrilo, sino que su comportamiento en ese sentido era más próximo al de los mamíferos. Llegaron a esta conclusión estudiando los dientes de reptilianos modernos (incluyendo caimanes, iguanas y dragones de Komodo), los cuales fueron examinados al microscopio en busca de arañazos y otras características. Después, los resultados fueron relacionados con sus dietas: ninguno de los dientes examinados mostraba los efectos del desgaste que el contacto diente con diente produce cuando se mastica.

Después, estudiaron dientes fósiles de tiranosáuridos y llegaron a la conclusión de que en ellos sí existían arañazos que se movían en la misma dirección, algo sólo encontrado en mamíferos. El T-rex y otros tiranosáuridos podrían haber pues adaptado sus estructuras físicas para (al menos) cortar la carne de su presas.

El próximo paso para Ungar es determinar si además eran capaces de triturar huesos, lo que señalaría la existencia de otra especialización importante.

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