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Climatología
El Sorprendente Comportamiento de El Niño
21 de Agosto de 2003.
 Gracias
a los sensores de un satélite, los científicos de la NASA han encontrado
otra pieza más del complicado rompecabezas climático creado por el
fenómeno meteorológico denominado “El Niño”. Su actividad produce una
mayor cantidad de lluvia moderada en mitad del océano Pacífico.
Es un hallazgo importante, porque cuando se produce un cambio en la
cantidad y duración de las precipitaciones en un área determinada, como
el Pacífico central, la meteorología regional e incluso mundial puede
verse afectada.
Courtney Schumacher y Robert Houze, científicos de la atmósfera de la
University of Washington, en Seattle, han utilizado para su
investigación datos enviados por el satélite TRMM (Tropical Rainfall
Measuring Mission) pertenecientes a El Niño de 1997-1998. La información
corresponde a las precipitaciones caídas sobre el Pacífico durante este
período.
El Niño se desencadena cuando una gran masa de agua caliente se traslada
del Pacífico occidental al oriental, y cuando los vientos que
normalmente soplan de este a oeste a través del ecuador, disminuyen.
Como resultado de ello, los patrones de precipitación en todo el globo
cambian durante la vida de este fenómeno climático periódico, y en
algunas regiones aparecen inundaciones o sequías. Identificando los
cambios de precipitación en un área particular del globo, los
científicos pueden continuar completando el rompecabezas que es El Niño
y mejorar las predicciones de lluvia en todo el mundo.
Según los datos estudiados, Schumacher y Houze han comprobado que las
lluvias en el Pacífico central, durante El Niño, son más bien lloviznas,
precipitaciones débiles que llamamos estratiformes. Esto es
sorprendente, ya que esta zona es conocida habitualmente por sus
tormentas, que se forman durante el calor del día, debido a la
convección del aire, produciendo lluvia abundante en menos de una hora.
Durante El Niño, en cambio, las lluvias son mucho más débiles, si bien
abarcan áreas más amplias. Aparecen cielos encapotados y grises,
parecidos a aquellos que los humanos prefieren contemplar desde el
interior de sus casas.
Conocer la diferencia entre los dos tipos de lluvia, convectiva y
estratiforme, es fundamental para los climatólogos. Cuando el agua se
condensa y forma gotas de lluvia, libera calor. Y el calor es el
conductor principal de la circulación atmosférica. La lluvia convectiva,
como las tormentas, libera el calor en la zona baja de la atmósfera,
mientras que la lluvia estratiforme lo hace más arriba. El calor
liberado a diferentes niveles de la atmósfera afecta al movimiento
vertical y horizontal del aire. Como resultado de ello, se alteran los
patrones meteorológicos. Para predecirlos, debemos conocer bien sus
causas.
Información adicional en:
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