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El Océano en un Frasco
21 de Mayo de 2002.
 ¿Cómo podemos encerrar una ola de mar en una botella? Michel C. Boufadel, de la Temple University, está recreando la energía del océano en su laboratorio para poder así ayudar a combatir las fugas de petróleo y otros contaminantes que en ocasiones ensucian los ambientes marítimos.
Boufadel es un experto en la lucha contra las manchas de petróleo. Sabemos que una de ellas puede ser eliminada mediante técnicas de separación, por combustión o mediante la adición de sustancias que dispersan el crudo (parecidas a detergentes). El problema es que debemos tener en cuenta el ambiente natural en el que se ha producido la fuga antes de decidirnos por un método u otro.
Por ejemplo, hay que vigilar si el mar está calmado o presenta muchas olas. En este último caso, la separación o la quema del combustible no puede hacerse. Teniendo en cuenta que, en la mayoría de los casos, los escapes se producen cuando el petrolero ha sufrido los embates de una tormenta, las opciones disponibles se reducen de forma sustancial. Además, después de un cierto periodo de tiempo, el petróleo absorbe agua por emulsión, dificultando su combustión.
La técnica de la dispersión resulta más adecuada porque ayuda a subdividir el petróleo en gotas más pequeñas, que pueden ser consumidas por los organismos marinos (el crudo no deja de ser materia orgánica). Sin embargo, como el detergente que metemos en una lavadora, las sustancias utilizadas en este sistema necesitan ser agitadas para funcionar correctamente, lo que implica un estado de la mar relativamente violento, con olas.
Para ver qué sustancias van mejor en cada caso (más o menos olas), Boufadel ha desarrollado una serie de protocolos que relacionan el nivel de agitación de un frasco de laboratorio con la energía de mezcla de las olas oceánicas, ayudando así a determinar la eficacia de los dispersantes utilizados para limpiar las manchas de petróleo.
No es fácil agitar un frasco y simular exactamente un tipo de oleaje determinado. Antes de probar los dispersantes en dichos frascos, Boufadel y sus colegas están tratando de entender bien qué ocurre dentro de ellos, es decir, están midiendo la velocidad del agua a varios niveles en su interior. El reto es determinar con precisión cuanta energía de mezcla se está produciendo, para poder después relacionarla con estados de la mar concretos y reales (altura de las olas). Esperan tener listas sus primeras estimaciones en verano de 2002.
Información adicional en:
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