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Pescado Contra el Cáncer
17 de Octubre de 2002.
 Los ácidos grasos de los aceites de pescado y la grasa de los propios animales pueden ayudar a destruir la central energética, las mitocondrias, de ciertos tipos de células cancerosas, provocando que éstas se suiciden, ha descubierto Hilde Heimli de la University of Oslo.
Heimli, en su tesis, ha estudiado el ácido graso poli-insaturado omega-3, siendo asimilado por diferentes cultivos de células de linfomas/leucemia. El resultado del contacto entre ambos es que estas células cancerosas se suicidan, pero para que ello ocurra deben contener una enzima específica, que activa los ácidos grasos. Así, las células cancerosas que no tienen suficiente enzima de este tipo, no reaccionan con la grasa de pescado.
Los ácidos grasos poli-insaturados del pescado también pueden iniciar una muerte celular menos regulada llamada necrosis. La razón de la muerte de la célula mediante este mecanismo se encuentra en una producción superior de oxígeno reactivo en su interior. Se puede luchar contra la necrosis mediante la presencia de antioxidantes como la vitamina C y E.
El trabajo de Heimli ayuda a entender mejor cómo las células cancerosas crecen y se desarrollan, algo que podría servir para prevenir y tratar algunos tipos de cáncer. La investigadora obtuvo las células de sus experimentos de enfermos de leucemia, pero no ve razones para no pensar que la grasa de pescado es también efectiva contra otras células cancerosas.
Los experimentos se han realizado en el laboratorio, sobre discos de cristal. Los ácidos grados se suministraron a las células de los cultivos junto a su alimento, intentando simular los procesos corporales. Fue así como se comprobó que actuaban sobre las mitocondrias de las células, destruyéndolas o dejándolas inoperativas, lo que desencadenaba la muerte celular.
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