Home / Ultimas Noticias
Archivo Noticias de la Ciencia y la
Tecnología.
Archivo Noticias del Espacio
Contacto
Suscripciones (público/email)
Boletín Noticias de la Ciencia y la
Tecnología
Boletín Noticias del Espacio
Boletín Noticias de la Ciencia y la
Tecnología Plus
Suscripciones (servicios a
medios)
Reproducción de contenidos en medios
comerciales
|
Recuerda:
suscríbete a nuestros boletines gratuitos y recibe cómoda y
semanalmente las noticias en tu dirección electrónica.
Arqueología
Rasgo Geológico Clave Para
Encontrar y Proteger Tumbas Egipcias
15 de
Diciembre de 2006.
Un
método desarrollado hace 42 años para localizar agua, monitorizar la
contaminación y ayudar en la excavación de túneles, puede servir también
para encontrar y proteger tumbas en el Valle de los Reyes, el Valle de
las Reinas y otras antiguas necrópolis en Egipto.
Ésta es la conclusión a la que han llegado unos investigadores de la
Universidad Estatal de Pensilvania.
La idea de que ciertas trazas de fracturas podrían tener alguna relación
con las tumbas talladas en la roca ubicadas en los valles egipcios, se
le ocurrió a Katarin A. Parizek durante un viaje a Egipto. K. Parizek,
fotógrafa, diseñadora gráfica y geóloga (y también hija de Richard R.
Parizek, profesor de geología en la Universidad Estatal de Pensilvania)
reconoció las estructuras geológicas en 1992, en un crucero por el Nilo
al Valle de los Reyes.
"Muchas de las tumbas están en zonas de concentración de fracturas,
reveladas por las trazas y alineaciones de las fracturas", explica
Katarin. "Sabía que estas fracturas eran las que usaba mi padre para
encontrar agua o al planear proyectos de drenaje".
Las trazas de fracturas son indicadores en la superficie de
concentración de fracturas en la roca subyacente. En 1964, Laurence H.
Lattman y R. Parizek publicaron un trabajo acerca de las trazas de
fracturas, sugiriendo que indican dónde hay un incremento del
intemperismo y la permeabilidad, y dónde la gente podría perforar pozos
con mayor eficacia. Estas trazas de fracturas pueden tener entre 1,5 y
12 metros de ancho, 6 metros en promedio, y hasta un kilómetro y medio
de largo.
Un estudio inicial en Egipto mostró que algunos pasajes y cámaras de
tumbas estaban alineados con estas zonas de fracturas. Ello sugiere que
los constructores sabían que estos sitios tenían roca menos resistente y
más fácil de excavar.
Un mapeo más exhaustivo del terreno confirmó la idea de que los
constructores sabían lo que hacían. Colocaron las entradas a las tumbas,
construidas entre los años 1500 y 1000 aC, en el fondo de los valles o
de ciertos precipicios donde las piedras que caían podrían cubrir la
tumba, ocultándola.
Aunque el descubrimiento de nuevas tumbas es muy gratificante, quizá es
más importante preservarlas.
No llueve a menudo en el desierto, pero cuando eso sucede, el agua corre
colina abajo sobre la tierra y llega a los valles. Pavimentar las áreas
para estacionamiento de vehículos, las carreteras y los caminos, con el
fin de facilitar las visitas turísticas a las tumbas, incrementa las
inundaciones. Pese a la construcción de barreras en las entradas de las
tumbas, el agua penetra a menudo por los túneles, causando daños
irremediables en los complejos mortuorios.
Las entradas abiertas, sin embrago, no son la única forma en que el agua
entra en las tumbas. El agua acaba encontrando las concentraciones de
fracturas debajo de las trazas de fractura y se filtra a través de
ellas. De este modo, el agua puede incluso arruinar tumbas que todavía
no han sido exploradas ni tan siquiera descubiertas.
"Si podemos mapear las trazas de fractura y las zonas de fractura
asociadas, en la superficie y bajo ella, entonces podemos tratar de
desviar el agua de modo que no sólo no llegue a las entradas, sino que
también evite las zonas permeables de las trazas", explica R. Parizek.
Información adicional en:
|