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Nanotecnología
Puntos Cuánticos Para Iluminación

15 de Julio de 2003.

Foto: Randy Montoya/Sandia LabsLa creación de luz blanca camina por nuevos derroteros. Investigadores de los Sandia National Laboratories han desarrollado el primer dispositivo de estado sólido, emisor de luz blanca, que utiliza puntos cuánticos. En el futuro, estos puntos, actuando como fósforos emisores de luz, representarán una importante aplicación de la nanotecnología.

El trabajo del equipo liderado por Lauren Rohwer en Sandia es entender la física de la luminiscencia a escala nanométrica, y aplicar este conocimiento al desarrollo de fuentes de luz basadas en puntos cuánticos. Este sistema, de bajo coste, representará una revolución en la tecnología de la iluminación.

Los puntos cuánticos son nanopartículas con un tamaño aproximado de una milmillonésima de metro. El método de Rohwer consiste en encapsular estos puntos cuánticos semiconductores y adaptar sus superficies de manera que emitan luz visible de forma eficiente cuando son excitados por diodos LED emisores de luz en el ultravioleta cercano. Los puntos cuánticos absorben dicha luz de forma intensa y la reemiten en el rango visible, con un color determinado por su tamaño y química superficial.

El proyecto, iniciado hace dos años y medio, ha avanzado de forma significativa. Ya se han creado dispositivos emisores de luz blanca y azul utilizando puntos cuánticos encapsulados.

Los LEDs utilizados para iluminación de estado sólido normalmente emiten desde el ultravioleta cercano a la parte azul del espectro, alrededor de los 380 a 420 nanómetros. Los fósforos convencionales usados en la iluminación fluorescente no son ideales para la iluminación de estado sólido porque absorben de forma escasa en este rango de energías. Por esa razón, los investigadores de todo el mundo han estado investigando desde hace tiempo otros compuestos químicos más adecuados. Los puntos cuánticos representan una importante apuesta en este sentido. Su pequeño tamaño (son menores que la longitud de onda de la luz visible), elimina pérdidas ópticas y otros defectos que en los fósforos convencionales, más grandes, reducen su eficacia en un 50 por ciento.

Los nanofósforos basados en puntos cuánticos tienen ventajas sobre los fósforos convencionales. Las propiedades ópticas de estos últimos dependen de su composición química, mientras que las de los primeros se ven determinadas sólo por su tamaño. Así, cambiando sus dimensiones se obtienen cambios dramáticos en el color. Por otro lado, su tamaño tan diminuto provoca que más del 70 por ciento de sus átomos se hallen en posiciones de superficie, de manera que los cambios químicos en estos puntos permiten afinar sus propiedades, y con ello la emisión de múltiples colores.

Para que los puntos cuánticos puedan ser empleados en iluminación, deben estar encapsulados, normalmente en epoxy o silicona, un proceso que no debe alterar su química superficial. Los fósforos de punto cuántico son integrados junto a un chip LED comercial que emite alrededor de los 400 nanómetros (ultravioleta cercano). El chip queda encerrado en un domo lleno de epoxy y puntos cuánticos. Así, estos últimos absorben la luz invisible producida por el LED y la reemiten en la región visible, en un principio similar al utilizado en la iluminación fluorescente.

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