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Herramienta Para Determinar la Vulnerabilidad de
los Edificios Frente a Ataques Bioquímicos
13 de Diciembre de 2001.
 Investigadores de los Sandia National Laboratories han desarrollado nuevas herramientas de modelado y simulación que ayudarán a valorar la vulnerabilidad de un edificio ante un ataque terrorista biológico o químico. Gracias a esta información, será posible tomar medidas para combatir sus efectos.
Los expertos, por ejemplo, aprenderán con antelación cómo se moverán y depositarán los agentes bioquímicos dentro del edificio, y podrán diseñar estrategias de mitigación, sistemas de detección más efectivos e incluso determinar la efectividad de los esfuerzos de limpieza y descontaminación.
Richard Griffith, de los Sandia Labs, trabaja en estas herramientas desde 1995, tras el ataque con gas sarín en el metro de Tokio, cuando resultó aparente que este tipo de ataques podían ser más frecuentes en el futuro.
Griffith utiliza ordenadores para obtener modelos matemáticos y visuales del comportamiento de los agentes químicos y biológicos (incluyendo ántrax, sarín, gas mostaza...), una vez han sido introducidos en un edificio o construcción. Para combatirlos, es muy importante conocer cómo se moverán y dónde se depositarán.
El primer paso es introducir los planos detallados del edificio en el ordenador, donde se preparará un modelo con todas las habitaciones y espacios comunicados por los correspondientes sistemas de ventilación. El modelo de ordenador, llamado KCNBC, predice hacia dónde se moverá el agente en función del tiempo transcurrido desde su liberación. El sistema produce una película que proporciona a los investigadores una vista de su transporte y concentración.
En las simulaciones se usan las propiedades reales de los diversos materiales químicos y biológicos, por lo que su seguimiento es bastante exacto. Se han aplicado a edificios federales de ocho plantas, centros de control militares e incluso terminales de aeropuertos.
Con toda esta información, los expertos sabrán dónde poner los detectores para que actúen con mayor celeridad y precisión, así como las características que deben tener. Al mismo tiempo, podrán decidir con antelación qué tácticas de combate utilizar si se produce un ataque de este tipo. Por ejemplo, se conocerá si hay que cerrar o no ciertos conductos de ventilación y durante cuánto tiempo, o si se pueden usar éstos para purgar el aire contaminado y bombear aire limpio.
Información adicional en:
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