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Biología
Los Sensores de Dolor Activados Por las Bebidas
Carbonatadas
13 de Octubre
de 2010.
Un
nuevo estudio demuestra que las bebidas carbonatadas (con gas) activan
los mismos sensores del dolor que la mostaza y el rábano picante.
Quizás usted no crea que la efervescencia del refresco que a veces toma
sea tan picante, pero su cuerpo sí. El dióxido de carbono presente en
las bebidas gaseosas pone en marcha los mismos sensores del dolor en la
cavidad nasal que la mostaza y el rábano picante, aunque con menor
intensidad, según esta nueva investigación.
La carbonatación provoca dos sensaciones distintas. Hace las cosas
ácidas y también las hace ardientes. Todos hemos sentido esa sensación
de hormigueo intenso o incluso de ardor en la garganta cuando tragamos
con demasiada rapidez un refresco con gas.
Esa sensación de ardor proviene de un sistema de nervios que responden a
las sensaciones de dolor, de presión cutánea y de temperatura en la
nariz y la boca.
Hasta ahora, no se sabía qué células y qué moléculas dentro de esas
células son responsables de la leve sensación de dolor que
experimentamos cuando tomamos un refresco con gas.
Mediante experimentos con una solución carbonatada que se hacía fluir
hacia una placa con células de los circuitos sensoriales de la nariz y
la boca, el equipo de la neurobióloga Emily Liman, de la Universidad del
Sur de California, descubrió que el gas activa sólo un tipo particular
de célula.
Las células que respondieron al CO2 fueron las mismas células que
detectan, entre otras cosas, la mostaza.
Estas células expresan un gen conocido como TRPA1 y sirven como sensores
del dolor en general.
Los ratones que carecían del gen TRPA1 mostraban una respuesta muy
escasa ante el dióxido de carbono, mientras que la incorporación del
código genético del TRPA1 a las células insensibles al CO2 las hacía
reaccionar ante el gas.
Información adicional en:
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