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Tecnología Médica
Estimulación Cerebral Para Pacientes de
Parkinson
12 de Marzo de 2004.
 Carlene
Morehead, una paciente de Parkinson en su fase más avanzada, ha
experimentado una notable mejoría gracias a electrodos diminutos que,
insertados en su cerebro, envían constantemente señales que tranquilizan
a sus neuronas hiperactivas. Ello ha restaurado su habilidad de caminar,
charlar y disfrutar de su familia.
La señora Morehead tiene 67 años, y ya hace dos décadas que padece de
Parkinson. Hace poco más de un año, sus capacidades motoras empezaron a
declinar rápidamente. Su respuesta a las medicaciones cambió, haciendo
que oscilara entre demasiada poca movilidad y movimientos incontrolados.
Por fin, decidió someterse a un procedimiento quirúrgico llamado
estimulación profunda del cerebro.
El Dr. Cole Giller, experto del UT Southwestern Medical Center, colocó
dos pequeños electrodos en el núcleo subtalámico del cerebro, y los
conectó a marcapasos implantados en el pecho. Dichos electrodos entregan
una continua estimulación eléctrica de alta frecuencia a las células de
las áreas del cerebro que controlan el movimiento. El tratamiento
resulta en una marcada mejora en los síntomas de debilidad, temblores,
lentitud, etc., que caracterizan la enfermedad.
La idea, por supuesto, es intercambiar electricidad por medicamentos, ya
que la primera puede ser proporcionada a un ritmo regular y ajustable,
proporcionando más beneficios que efectos secundarios.
Después de recuperarse de la operación, la señora Morehead y su
neurólogo, el Dr. Padraig O'Suilleabhain, activaron los marcapasos y
realizaron una serie de ajustes durante las siguientes semanas. Durante
este tiempo, la paciente recuperó la habilidad de funcionar sin
limitación y sin los altibajos precedentes. Morehead visita ahora la
clínica una vez cada pocos meses para realizar nuevos ajustes. Por
ejemplo, si se aprecia cierta dificultad en el habla, se modifican los
parámetros de los marcapasos y se resuelve el problema.
El 80 por ciento de los pacientes que se someten a este tipo de
operaciones nota una clara mejoría en su estado. De hecho, tras el
ajuste final, se puede ver desaparecer un temblor en unos minutos.
La cirugía, sin embargo, no es una cura para la enfermedad del
Parkinson. La pérdida gradual de células nerviosas en la parte afectada
del cerebro continuará a pesar de las mejoras funcionales.
Información adicional en:
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