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Una Estrella Nublada
7 de Junio de 2002.
 Astrónomos de la Université de Montreal han observado la radiación infrarroja procedente de una de las enanas marrones más frías que se conocen, y han detectado variaciones que podrían ser debidas al movimiento de nubes sobre la superficie de esta estrella, como ocurre con la Gran Mancha Roja de Júpiter. El grupo canadiense ha usado el telescopio de 1,6 metros de diámetro del Observatoire du Mont-Megantic (OMM).
Las enanas marrones son gigantescas bolas de gas parecidas a Júpiter, cuya masa es superior a la de un planeta pero inferior a la de una estrella normal. Es decir, las condiciones de su núcleo no son suficientes para provocar reacciones termonucleares. A pesar de todo, emiten algo de luz, y son detectables mediante telescopios. No lo son tanto en la franja óptica, por lo cual los astrónomos las observan mediante instrumentos infrarrojos.
Existe un gran interés en todo el mundo por este tipo de objetos, de manera que están en marcha numerosos programas de observación en varios continentes. Entre todos, los astrónomos están obteniendo información novedosa sobre estos astros, en particular de sus atmósferas.
El telescopio británico UKIRT, instalado en la cima del volcán Mauna Kea, en Hawai, ha fotografiado la estrella enana marrón llamada SDSS J1254-0122 y ha detectado también estructuras nubosas, probablemente formadas por sustancias tales como silicatos, algo así como gigantescas tormentas de arena flotando en la atmósfera.
En estas condiciones, la enana marrón varía su brillo en diferentes longitudes de onda (o colores), una variación que no se desprendía de las teorías disponibles hasta este momento. Esto quiere decir que los astrofísicos deberán revisarlas, y para ello necesitarán todos los datos que los telescopios puedan proporcionarles.
Existe un programa llamado CLOUDS, que utiliza las observaciones simultáneas de cinco telescopios (UKIRT, University of Hawaii 88-inch, IRTF, Gemini y Keck) instalados en el Mauna Kea, y que ha confirmado las conclusiones de los astrónomos canadienses. La "meteorología" en las enanas marrones sería seguramente más violenta que en los planetas gaseosos como Júpiter.
Información adicional en:
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