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Zoología
Llamada Profunda
6 de Noviembre de 2003.
 Según
un estudio publicado por la Wildlife Conservation Society, los miembros
de una familia de grandes aves selváticas, que viven en las densas
junglas de Papua Nueva Guinea, emiten llamadas de baja frecuencia más
profundas que las demás especies de pájaros. Se asegurarían así la
difícil comunicación a través del espeso follaje del bosque.
Al menos tres especies de casuarios, aves incapaces de volar algo más
pequeñas que el avestruz y que pueden llegar a pesar más de 50 kg,
muestran este curioso comportamiento. Los sonidos de llamada que
producen son tan bajos que los humanos apenas pueden detectarlos. Los
investigadores piensan que existen similitudes entre estos sonidos y los
que hacen los elefantes para comunicarse entre sí.
Andrew Mack, principal autor del estudio, explica que estas aves no sólo
son conocidas por su gran tamaño, sino también por su espectacular
cabeza, de colores azules y rojos, y porque presentan una protuberancia
ósea parecida a un casco. La ciencia los investiga con especial interés
debido a que su población es vulnerable a la pérdida de hábitat y a una
caza excesiva por parte de los humanos.
Al mismo tiempo, se encuentran entre las aves consideradas más
peligrosas, ya que son capaces de dar patadas cuando se sienten
amenazadas, permitiendo actuar a un espolón con forma de daga que puede
ser letal.
El equipo de Mack está examinando la física de la producción de sonidos
de baja frecuencia y su recepción en estos animales. El casquete que
poseen en la cabeza podría tener alguna función en ambos procesos, sobre
todo en la recepción.
Son investigaciones importantes porque existen muchos fósiles de
dinosaurios que demuestran que algunas especies poseían estas
protuberancias óseas en la cabeza, quizá superficialmente parecidas a la
del casuario. Nadie sabe para qué servían estas estructuras en los
dinosaurios, de modo que este gran pájaro podría aportarnos pistas sobre
la cuestión, sobre cómo se comunicaban entre sí.
Información adicional en:
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