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Astronomía
Existió Agua Líquida Sobre Marte

5 de Marzo de 2004.

Foto: JPLMisión cumplida. O casi… La principal razón por la que los robots americanos Spirit y Opportunity fueron enviados al Planeta Rojo, hallar pistas que permitan confirmar la pasada existencia de agua líquida, ha sido ya satisfecha por los resultados obtenidos, principalmente en Meridiani Planum. Los científicos tienen ahora suficientes indicios para señalar que el afloramiento de rocas que se halla junto al lugar de aterrizaje del robot Opportunity estuvo un día empapado en agua líquida.

No puede decirse que ello haya sido una sorpresa, puesto que son múltiples las pistas que se han acumulado durante los últimos años, obtenidas principalmente desde la órbita, y que ya nos hacían pensar que hace tiempo Marte experimentó períodos húmedos, probablemente recurrentes. Sin embargo, los robots MER fueron enviados al planeta para buscar las pruebas definitivas, y parece que éstas por fin han empezado a ver la luz.

Durante las últimas semanas, los investigadores han acumulado suficientes evidencias de que el afloramiento de rocas que adorna el punto de aterrizaje del Opportunity, un hallazgo casual pero no por ello menos importante, estuvo en el pasado inmerso en agua líquida. En la actualidad, este elemento se halla en forma de vapor de agua en la atmósfera, en escasa cantidad, o en forma de hielo en los polos marcianos. En un momento determinado de la historia del planeta, sin embargo, los científicos creen que se encontraba también en estado líquido, contribuyendo a crear unas condiciones aptas para la presencia de la vida. Esto no quiere decir que ésta existiera, pero sí que la vida, al menos tal y como la conocemos, hubiera podido desarrollarse en tales circunstancias.

El robot Opportunity ha explorado a conciencia el afloramiento de rocas, en particular la sección que llaman El Capitán, la cual tiene un aspecto más que interesante. Sus instrumentos han medido la composición química de tales rocas, han fotografiado su apariencia, y han aportado suficiente información como para confirmar que alguna vez estuvieron en contacto con agua líquida. En el momento presente, los científicos aún no saben si se trataba de agua subterránea, o si era un cuerpo de agua superficial, como un océano o un lago. En los próximos días, intentarán averiguar si dichas rocas, además de verse expuestas a agua tras su formación, fueron originalmente creadas a partir de la precipitación de minerales (sedimentación) en el fondo de un mar o lago salino.

El Opportunity ha pasado la mayor parte del tiempo de estas tres últimas semanas revisando el afloramiento rocoso de forma general, para pasar después a realizar análisis más completos en puntos especialmente atrayentes. Por ejemplo, su espectrómetro de rayos-X ha encontrado una alta concentración de azufre, principalmente en forma de sales de magnesio y hierro, u otros sulfatos. El espectrómetro alemán Moessbauer y el espectrómetro de emisiones térmicas también han encontrado evidencias de la presencia de sulfatos. En la Tierra, las rocas con tantas sales como esta roca marciana se han formado en agua o, después de su formación, han sido grandemente alteradas por una larga exposición al agua.

Su apariencia física sugiere asimismo un papel protagonista para el agua. La cámara-microscopio del Opportunity nos ha enseñado numerosas muescas de un centímetro de largo y una cuarta parte de esta cifra de ancho, o quizá menos, con orientaciones aleatorias. Esta textura es típica de aquellos lugares en los que se forman cristales de minerales (sales), en el interior de rocas situadas dentro de agua salina. Cuando los cristales desaparecen más tarde, por erosión o por que se disuelven en agua menos salada, quedan los espacios vacíos en los que se encontraban.

Se han hallado partículas redondas que habían estado integradas en la roca. Por su forma podrían haberse formado en erupciones volcánicas, caídas de meteoritos o por acumulación de minerales procedentes de una solución, dentro de una roca porosa empapada en agua. Todo parece indicar que estas esferas tendrían este último origen, ya que no se hallan distribuidas en capas particulares, pero su verdadero origen aún está en estudio.

Las rocas muestran capas que se encuentran en un determinado ángulo respecto a las capas principales. Esto puede ser debido a la acción del viento o del agua, favoreciéndose la segunda hipótesis porque las imágenes muestran la acción típica del líquido elemento.

Durante las próximas semanas, antes de que el robot salga del pequeño cráter en el que cayó, los científicos apurarán sus oportunidades para acabar de pulir sus ideas sobre el origen exacto de este afloramiento rocoso. Sin duda, estos descubrimientos tendrán una gran influencia en los futuros esfuerzos de exploración del Planeta Rojo, y ya se están proponiendo diversas alternativas para las misiones que seguirán a ésta en la superficie de Marte. La búsqueda de elementos orgánicos, no prevista durante esta misión, será seguramente contemplada en un futuro cercano. La NASA ya prepara un programa que permita recoger muestras y traerlas a la Tierra para su estudio en los bien equipados laboratorios terrestres. Sólo así podremos tener pistas fiables sobre la época cronológica durante la cual el agua líquida se movía en nuestro vecino planetario.

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