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Futuras Erupciones Podrían Causar un Agujero en
la Capa Artica del Ozono
5 de Marzo de 2002.
 Aunque los científicos no han apreciado aún el equivalente ártico del agujero de la capa del ozono que se desarrolla anualmente sobre la Antártida, los expertos creen que es posible que un fenómeno parecido pueda ocurrir durante los próximos 30 años debido a futuras erupciones volcánicas.
Si esto ocurriera, el peligro sería superior, ya que hay más personas viviendo cerca de las regiones árticas que próximas al Polo Sur. La capa del ozono actúa como una pantalla, y nos protege de radiaciones solares letales que de otro modo alcanzarían la superficie terrestre.
Azadeh Tabazadeh, un científico del Ames Research Center, y varios de sus colegas, han realizado un estudio que indica que si un período de alta actividad volcánica coincidiera con una serie de inviernos árticos muy fríos, entonces el agujero de la capa del ozono que aparecería durante la primavera sobre el Artico podría repetirse durante varios años consecutivos, como ocurre con el que se desarrolla sobre la Antártida desde los años 80.
A diferencia de la Antártida, donde todos los inviernos son muy fríos, el del Artico en la estratosfera es altamente variable. La pérdida de ozono sólo se produce después de inviernos extremadamente fríos. Grandes erupciones volcánicas podrían propiciar una situación de este tipo. Dichas erupciones bombean compuestos del azufre hacia la atmósfera, los cuales forman nubes de ácido sulfúrico similares a las nubes estratosféricas polares, hechas de ácido nítrico y agua. Estas nubes aparecen en la atmósfera superior en condiciones muy frías y tienen un papel crucial en la destrucción del ozono sobre los polos. De la misma manera, después de una serie de erupciones, las nubes de ácido sulfúrico podrían contribuir grandemente al proceso de destrucción del ozono.
De hecho, los aerosoles volcánicos pueden causar este tipo de daño a temperaturas más altas que las nubes polares estratosféricas, lo que ampliaría el área de destrucción del ozono hacia zonas más pobladas. Las emisiones volcánicas, como las del Monte Pinatubo, pueden tener un gran alcance: su columna de gases puede llegar hasta el polo norte unos pocos meses después de la erupción.
Los cálculos indican que a entre 15 y 25 km de altitud, las nubes volcánicas podrían incrementar la pérdida primaveral de ozono sobre el Artico hasta en un 70 por ciento. La combinación de aerosoles volcánicos en altitudes bajas y nubes estratosféricas polares naturales a altitudes altas podría incrementar grandemente la destrucción del ozono sobre el Polo Norte durante un año frío.
Tanto las erupciones de El Chichón, en 1982, como la del Pinatubo en 1991, fueron ricas en azufre, produciendo nubes volcánicas que duraron varios años en la estratosfera. Su principal influencia, sin embargo, se produjo sobre el Polo Sur.
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