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Tigre en el Aire
4 de Enero de 2002.
Un experimento alojado en un globo sonda intenta buscar el origen de los misteriosos rayos cósmicos, partículas atómicas que viajan a través de la galaxia a casi la velocidad de la luz y que se precipitan sobre la Tierra constantemente.
El escenario elegido para la empresa es la Antártida, y el nombre del instrumento, TIGER (Trans Iron Galactic Element Recorder). Los científicos lo lanzaron a bordo de un gigantesco globo lleno de helio, desde la base antártica de McMurdo, el 20 de diciembre de 2001. Desde entonces ha permanecido en el aire, iniciando el 2 de enero de 2002 su segunda vuelta alrededor del polo sur gracias al impulso de las corrientes circulares que lo mantienen sobre el continente helado. En función de las condiciones meteorológicas, podría permanecer trabajando durante todo un mes.
El TIGER está actuando desde una altitud de unos 125.000 pies, por encima del 99,6 por ciento de la atmósfera terrestre, y por tanto, libre de su interferencia. Desde su posición, el detector intenta capturar rayos cósmicos pesados y analizarlos.
La misión es una colaboración entre investigaciones de la Washington University en St. Louis, el Goddard Space Flight Center, el California Institute of Technology y la University of Minnesota. El científico principal es Bob Binns, junto a Eric Christian.
De momento, el equipo se halla plenamente satisfecho con la marcha del programa. Hasta ahora ningún experimento en globo había realizado dos vueltas alrededor del polo sur. Mientras, el TIGER sigue recogiendo rayos cósmicos más pesados que el hierro. Se trata de núcleos atómicos pesados que probablemente proceden de explosiones estelares, llamadas supernovas. Para la astronomía, sigue siendo un misterio cómo estas partículas se convierten en rayos cósmicos (alcanzando altísimas velocidades y energía cinética).
Los científicos no creen que los rayos cósmicos pesados surjan directamente de una supernova. Es posible que sean expulsados por una de ellas o quizá por una protuberancia estelar, para permanecer millones de años hasta que son alcanzados por la onda de choque de otra supernova, que se encargará de acelerarlos a altas velocidades. Pero, ¿dónde se encuentran mientras esperan ese momento?
El TYGER intenta responder a esta pregunta midiendo la composición elemental de los rayos cósmicos situados entre el cinc y el molibdeno en la tabla periódica. El ratio de ciertos pares de elementos, como rubidio-37/estroncio-38, o germanio-32/hierro-36, refleja el medio del que vinieron.
Si la fuente es una protuberancia estelar, en la que los núcleos atómicos calientes pierden sus electrones, son dispersados en el espacio y luego acelerados, el TYGER verá más rayos cósmicos que son núcleos de bajo FIP (First Ionization Potential). Un bajo FIP se refiere al tipo de elementos que se despojan de sus electrones más débilmente sujetos de forma más sencilla que otros elementos en el medio caliente de una protuberancia estelar.
Pero la fuente podría también ser una supernova que lanza elementos pesados al medio interestelar. Estos elementos se enfrían, se incorporan a los granos de polvo, se ven acelerados a mayores velocidades por la onda de choque de una supernova posterior, y finalmente se desprenden de los granos para convertirse en la semilla de los rayos cósmicos. Si éste es el origen real, el TYGER verá más núcleos de "baja volatilidad", es decir, tipos de elementos que se forman en el polvo interestelar y que no se evaporan fácilmente.
El objetivo del TYGER para determinar qué escenario es el más probable es encontrar pares de elementos con FIP similares pero distintas volatilidades. Por ejemplo, el rubidio y el estroncio tienen un bajo FIP, pero el primero es relativamente volátil comparado con el segundo. Así, el rubidio tiene menos probabilidades de encontrarse en granos de polvo, de manera que si se encuentra más rubidio que estroncio, el escenario más probable será el de la "protuberancia estelar".
El TYGER es el precursor de otro instrumento llamado ENTICE (ENergetic Trans-Iron Composition Experiment). El ENTICE viajaría a bordo de un satélite llamado HNX (Heavy Nuclei eXplorer).
Información adicional en:
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