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Arqueología
Un Canal Pudo Unir una Célebre Cantera del Antiguo
Con el Nilo
3
de
Diciembre de 2007.
La
Cantera del Obelisco Inacabado en Asuán, Egipto, tiene un canal que pudo
haberla conectado con el Nilo permitiendo así que los grandes monumentos
de piedra flotaran hasta sus ubicaciones permanentes, según ha planteado
un equipo internacional de investigadores en un congreso internacional
celebrado recientemente en la Universidad del Cairo. Este canal, sin
embargo, puede estar posibilitando que las sales de las aguas
subterráneas se escurran hacia lo que ha sido el mejor ejemplo de
conservación en Egipto de una cantera en plena labor de producción de un
obelisco.
Menéame
La cantera de granito, localizada en la ribera oriental del Nilo en el
centro de la ciudad de Asuán, contiene un gran obelisco inacabado, que
no se terminó debido a grietas latentes en la piedra. Si bien estas
grietas constituyeron algo muy negativo para los antiguos escultores
egipcios, han beneficiado a los estudiosos de hoy, ya que el monumento
inacabado proporciona la excelente oportunidad para los arqueólogos de
entender cómo se trabajaba en las canteras de esa clase.
Las excavaciones realizadas por la Oficina en Asuán del Consejo Supremo
de Antigüedades de Egipto, comenzaron a preparar el sitio para los
turistas en el año 2002. Entre los descubrimientos hechos, está una
trinchera de por lo menos 2,5 metros de profundidad. Los arqueólogos
fueron incapaces de alcanzar la base debido a la penetración de aguas
subterráneas.
Es posible que esta trinchera constituyera un canal que uniera la
cantera con el Nilo. Es razonable creer que debía resultar más fácil que
los grandes monolitos de granito fueran transportados por barco al Nilo
durante la inundación anual, que tener que transportar estos bloques por
tierra desde la cantera al río.
Para determinar si ese canal realmente existió, como se ha sugerido, los
investigadores del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, el Centro
Nacional de Investigaciones del Cairo y la Universidad del Estado de
Pensilvania, optaron por usar técnicas que les permitieran hacer la
comprobación causando los menores daños posibles al conjunto
arqueológico.
Los investigadores utilizaron las mediciones de la temperatura de la
tierra y de la reflexión sísmica poco profunda para obtener el perfil
del canal sin realizar excavaciones, porque en la trayectoria del canal
existe un cementerio y las nuevas instalaciones turísticas recientemente
terminadas.
Los investigadores taladraron agujeros en la tierra e introdujeron
cañerías para así poder medir la temperatura. Como ésta es una cantera
de granito, la mayor parte del área es de piedra sólida y tiene sólo una
pequeña circulación de aguas subterráneas; además, su temperatura sólo
depende de la energía geotérmica del subsuelo y de las temperaturas de
la superficie. Sin embargo, por el trazado por donde pudo haber
discurrido el canal, las áreas llenas de sedimentos responderían a la
circulación de las aguas subterráneas y mostrarían diferencias
específicas de temperatura.
Las mediciones de temperatura, tomadas en primavera y en invierno,
establecieron que el canal continuaba a lo largo de otros 151 metros más
allá de las excavaciones abortadas. Los investigadores no siguieron más
allá porque ya estaban muy cerca del cementerio y tendrían que entrar a
trabajar allí.
Los investigadores emplearon la reflexión sísmica y otras técnicas en
las mismas ubicaciones para confirmar que el canal continuaba. Estas
mediciones también sugieren que el canal se hace más hondo al acercarse
al Nilo.
Confirmar que el canal existe es el primer paso en el camino para
controlar los daños que produce el agua al yacimiento arqueológico.
Información adicional en:
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