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Los Balbuceos Infantiles Están Relacionados Con
el Centro del Lenguaje
3 de Septiembre de 2002.
 Hasta ahora, los científicos pensaban que los balbuceos de los bebés estaban relacionados con la práctica de la mecánica del movimiento de la boca. Sin embargo, investigadores del Darmouth College creen que existe una conexión entre este balbuceo y los centros de procesamiento del lenguaje en el cerebro.
Los trabajos de Laura Ann Petitto y Siobhan Holowka demuestran por primera vez la especialización del hemisferio cerebral izquierdo en la producción del lenguaje infantil, como ocurre en los adultos. Esto sugiere que las funciones del lenguaje se especializan en el cerebro a muy temprana edad.
Las investigaciones muestran que los bebés balbucean con una mayor apertura de la boca en su lado derecho, lo que indica la actividad del hemisferio cerebral izquierdo. Por tanto, durante el balbuceo infantil ya están en marcha los centros de procesamiento del lenguaje, que se hallan en esta zona.
La asimetría en la apertura de la boca es normal. Sin embargo, cuando observamos a alguien hablar, nuestro cerebro corrige automáticamente esta impresión, de manera que el efecto pasa casi desapercibido. Estudiado ampliamente en adultos, se aplica ahora, por primera vez, a los bebés.
Los investigadores estudiaron cintas de video de 10 niños con edades comprendidas entre los 5 y los 12 meses. Teniendo presente las diferencias que pudiera haber en el idioma, cinco de ellos estaban siendo educados en un ambiente de lengua francesa, y el resto en lengua inglesa.
El estudio de los videos tuvo en cuenta tres tipos de actividad bucal: los sonidos con repetición de consonantes y vocales, las vocalizaciones sin contenido o repetición consonante-vocal, y sonrisas (movimientos de la boca sin significado conocido, acompañados a menudo de una contracción del ojo izquierdo).
Los videos, pasados a cámara lenta, permitieron calcular el tamaño y naturaleza de las aperturas de la boca para cada uno de los tipos de actividad. Se vio así que todos los bebés mostraban una asimetría derecha al balbucear, y una asimetría izquierda al sonreír. En este último caso, podemos enlazar la sonrisa a los centros emocionales, situados en el hemisferio derecho del cerebro, como ocurre con los adultos, confirmando que la especialización se produce a muy temprana edad.
Los científicos creen que este tipo de observaciones, que no molestan a los bebés, podrían ayudar a descubrir, de forma incipiente, posibles problemas lingüísticos, incluso antes de que el niño pronuncie su primera palabra. Así su tratamiento podrá empezar mucho antes.
Información adicional en:
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