Home / Ultimas Noticias
Archivo Noticias de la Ciencia y la
Tecnología.
Archivo Noticias del Espacio
Contacto
Suscripciones (público/email)
Boletín Noticias de la Ciencia y la
Tecnología
Boletín Noticias del Espacio
Boletín Noticias de la Ciencia y la
Tecnología Plus
Suscripciones (servicios a
medios)
Reproducción de contenidos en medios
comerciales
|
Recuerda:
suscríbete a nuestros boletines gratuitos y recibe cómoda y
semanalmente las noticias en tu dirección electrónica.
Arqueología
Nueva Evidencia de Domesticación
Temprana del Caballo
1 de
Diciembre de 2006.
Un
análisis cuidadoso de los compuestos químicos presentes en suelos de un
yacimiento arqueológico de la Edad del Cobre en el norte de Kazajstán,
ha permitido obtener nuevas evidencias de caballos domesticados hace
5.600 años.
El descubrimiento, hecho gracias a una presencia mayor de lo normal de
fósforo en los suelos analizados dentro de lo que parecen ser vestigios
de corrales para caballos, al lado de antiguas chozas (reconocibles como
tales por la parte de las mismas que se excavaba en tierra), corresponde
a lo que se esperaría de la tierra enriquecida por estiércol de caballo.
El yacimiento arqueológico de Krasnyi Yar estaba habitado por personas
de la cultura Botai de la Estepa Eurasiática, que dependían mucho de los
caballos para transporte, alimentación, y enseres.
Hay poca evidencia directa de domesticación del caballo en fechas tan
remotas. Ello se debe a que hace 5.600 años no había ninguna silla de
montar, ni piezas de metal, cuyos restos pudieran ahora ser encontrados.
Previsiblemente, elementos tales como bridas, correas, y maniotas
(trabas) fueron confeccionados con tiras de piel de caballo, y deben
haberse descompuesto hace mucho tiempo. Por otra parte, los caballos
físicamente han cambiado poco como resultado de la domesticación, al
contrario que los perros o el ganado. Así que los huesos antiguos de
caballo no revelan con facilidad los secretos de la domesticación.
El equipo de Sandra Olsen, una arqueóloga e investigadora de la
domesticación del caballo en el Museo Carnegie de Historia Natural en
Pittsburgh, tomó un rumbo diferente de investigación. Ella y sus colegas
buscaron evidencias circunstanciales de que los pobladores de ese
antiguo asentamiento alojaban y mantenían caballos. Una de sus
estrategias de estudio fue inspeccionar los suelos de Krasnyi Yar con
instrumentos para detectar sutiles irregularidades eléctricas y
magnéticas. Gracias a esto, pudieron identificar la antigua ubicación de
54 chozas, y docenas de conjuntos de restos de lo que un día fueron
postes clavados verticalmente en el terreno. Algunos de estos conjuntos
de restos de "raíces" de postes estaban colocados circularmente, como
sería lo más práctico para un corral.
Luego, el geólogo Michael Rosenmeier de la Universidad de Pittsburgh
recolectó muestras de tierra de dentro del área cercada y de fuera del
asentamiento humano en las cercanías del lugar. Las muestras se
analizaron para medir concentraciones de nitrógeno, fósforo, potasio, y
sodio. Los análisis fueron efectuados por Rosemary Capo, geoquímica de
la Universidad de Pittsburgh, y sus colaboradores.
El estiércol del caballo moderno es rico en fósforo, potasio, y sobre
todo en nitrógeno, comparado con las tierras no perturbadas por la
concentración de animales. El nitrógeno, no obstante, debido a su
notable movilidad en las tierras, puede perderse en aguas subterráneas,
o ser transferido a la atmósfera por procesos orgánicos e inorgánicos.
El fósforo, en cambio, puede fijarse en el lugar gracias al calcio y al
hierro, y es más probable que sea conservado en las tierras durante
milenios.
Significativamente, la tierra dentro del supuesto corral ha resultado
tener hasta diez veces la concentración de fósforo de las tierras de
fuera del asentamiento. Grandes cantidades de fósforo pueden también
indicar un emplazamiento fijo de hogueras domésticas para cocinar y
calentarse, pero ese fósforo normalmente está acompañado por mucho
potasio, y ese no es el caso en el corral de Krasnyi Yar.
Las tierras del corral también tienen bajas concentraciones de
nitrógeno, reduciendo la probabilidad de que el fósforo proviniera de
estiércol más reciente.
Información adicional en:
|