CUSCO, 
SONIDO LATINOAMERICANO PARA EL NUEVO MILENIO
 


Tras una veintena de discos y otros tantos años, la banda Cusco ha conseguido situarse en el panorama internacional de las músicas alternativas con un estilo propio cuya vertiente de mayor éxito es la que parte de las raices folklóricas latinoamericanas para abordar propuestas cercanas al pop y al sinfonismo clásico.


Aunque bastantes artistas han colaborado con Cusco en calidad de compositores o de intérpretes, el núcleo básico está configurado alrededor del dúo integrado por Michael Holm y Kristian Schultze, ambos con dilatadas trayectorias discográficas y bien conocidos en el mundillo de las músicas alternativas. De ambos, Michael Holm puede ser definido como el "alma mater" de Cusco, debido a que su grado de implicación en el proyecto de Cusco es el mayor.

UNA DENSA TRAYECTORIA MUSICAL

Michael Holm se interesó por la música desde niño. El ambiente familiar era ciertamente propicio, ya que su padre y cuatro hermanos y hermanas constituían una especie de orquesta familiar, tocando piano, violín, flauta y otros instrumentos. De esa época, Holm recuerda con especial cariño el papel de flautista que en ese sexteto tenía asignado, y me confesó en una ocasión que la presencia de flauta en los discos de Cusco se debe en buena medida a su grata y precoz experiencia como flautista.

Con estos antecedentes no resulta extraño que el joven Michael tardase poco en iniciar su propia carrera profesional como músico. Lo hizo en 1963, a los veinte años de edad, en la modalidad de cantante y autor de canciones.

Bastantes años habrían de transcurrir hasta que surgiese el proyecto de Cusco. Durante quince años, Holm se abrió camino en el mundillo musical, situándose como un profesional de éxito, dedicado a diversas tareas musicales, incluída la de producción.

SUDAMERICA: PUNTO DE PARTIDA

En 1978, Holm vivió la experiencia que le conduciría a la creación de Cusco. Ese año hizo un viaje a través de Latinoamérica. El contacto con la cultura, las gentes, los paisajes, impactó de manera profunda al músico, emocionándole y proporcionándole fuertes dosis de inspiración. El lado humano de los habitantes de los lugares visitados fue, en especial, un factor decisivo: "Las gentes nos trataban tan amistosa y cálidamente que creo que el sentimiento de calidez en la música de Cusco es un reflejo de la gran amistad y del buen corazón con que esas personas nos acogieron".

Hasta 1979, Holm se había encargado sobre todo de la producción de numerosos discos. Entonces, su deseo de explorar nuevas facetas musicales mediante sintetizadores, le llevó a proyectar la realización de sus propias composiciones, en solitario o con la participación de otros músicos. La experiencia vivida el año anterior en Sudamérica determinó en gran medida la orientación estilística de su iniciativa.

Holm contó para el proyecto con Rainer Pietsch, Kristian Schultze y otros artistas. Con Schultze estaba en contacto desde 1976, año en el que puede situarse la creación de una especie de embrión de lo que iba a ser Cusco. La música, compuesta por Holm y varios de estos músicos, integró "Desert Island", primer álbum de la banda.



A pesar de todo el éxito que Holm había tenido con sus producciones pop, se encontró con muchas dificultades para publicar el disco. Sólo halló un pequeño sello japonés interesado en el proyecto. Bajo él se lanzó el álbum. Este cosechó el suficiente éxito como para garantizar la continuidad discográfica de Cusco. Los dos siguientes discos también tuvieron en Japón su principal vía de difusión.

En 1986, otro sello modesto, en este caso norteamericano, se interesó por Cusco. El mismo fenómeno que se había registrado en Japón se reprodujo en Estados Unidos. Cusco se convirtió en un nombre famoso, sinónimo de música alternativa pero que al mismo tiempo resultaba asequible con facilidad para un amplio público.

Este éxito supuso un importante impulso para Cusco, aunque Holm advierte que "ello no influyó en la manera de abordar nuestro estilo". Otro aspecto curioso acerca de la aceptación internacional del grupo, es, como me recalcó Holm, que Europa y en especial Alemania, son los lugares donde más escasa es la difusión de su música. Parece un caso evidente de los que ratifican la veracidad del refrán "Nadie es profeta en su tierra".

CUSCO POR DENTRO

Holm describe así sus metas artísticas personales y las del grupo: "Tratamos de superarnos creando melodías románticas y sonidos cálidos que constituyan pinceladas acústicas con las que pintar imágenes". Al respecto de esta capacidad "visual" demostrada en las composiciones de Cusco, Holm está convencido de que "el estilo de Cusco se presta de manera especial a la elaboración de bandas sonoras para películas".
Cusco, a través de Holm y del resto de músicos colaboradores, utiliza una amplia variedad de instrumentos en las interpretaciones de su música. Sin embargo, las preferencias de Holm se dirigen, según me confesó hace algún tiempo, hacia los teclados, la guitarra y la percusión. Se trata de los instrumentos con los que trabaja más a gusto y que proporcionan mayores posibilidades de expresión a las ideas musicales usuales de Cusco.

Ante la cuestión de si es consciente de que otras influencias estilísticas aparte de la latinoamericana estén presentes en la música de Cusco, Holm admite que sí, y no oculta que las más importantes son la música clásica y el folk alemán, a los que se suman el pop, el rock, e incluso el Tecno.

En una ocasión le pregunté acerca de las aportaciones que al estilo de Cusco han realizado los músicos que han colaborado junto a él y a Schultze. Holm destacó la labor de Johan Daansen (guitarra), Curt Cress (percusión), y la Orquesta Sinfónica y el Coro de la Opera Estatal de Munich, afirmando que: "sus estilos interpretativos se ajustan muy bien a mi concepto artístico de Cusco".

(Por: J.M.)

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