MUSICA ELECTRONICA

EN LA EUROPA DEL ESTE

Capítulo 2

Por: Jorge Munnshe


Pretender glosar en una única mini-serie de artículos el universo musical emparedado durante décadas tras el telón de acero, es imposible. Una aproximación básica a la realidad de la vanguardia musical en cada una de las múltiples y ricas culturas de esa gran desconocida que es la Europa del Este, en plena efervescencia, ocuparía un libro. Por tanto, esta mini-serie será sólo una fugaz visión, a la fuerza incompleta, de ese vanguardismo sustentado en culturas tanto o más añejas que las del resto de Europa.

RUSIA
Edward Artemiev es un coloso. Lleva haciendo música electrónica más de 30 años. Mezcla de hippie, intelectual, y artista, ha bebido de las fuentes de la música clásica académica y del Rock más avant-garde. Su música ha progresado desde la polaridad de ambas tendencias hasta una fusión de música global en el seno de la electrónica, explorando corrientes que van desde la música cósmica, a experiencias sonoras incalificables. Es autor de un centenar y medio de bandas sonoras para cine y TV. Compuso la cantata de los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980, para orquesta sinfónica, coros, conjunto Rock y sintetizador; atrevimiento muy poco ortodoxo para aquella época y país. En 1989 compuso una obra para el Bicentenario de la Revolución Francesa, comisionado por los organizadores del Festival de Música Electrónica de Bourges. Algunas de sus obras más difundidas son: "The Seven Gates into the World of Satori", "Mood-Pictures", "The Warmth of the Earth", "Peregrini", y por supuesto sus bandas sonoras para films de Andrei Tarkovski (a cuya memoria compuso especialmente un tema), y para Andrei Konchalovski y Nikita Mikhalkov. Alterna sus periodos de trabajo de estudio con frecuentes viajes a los festivales internacionales donde es invitado. Durante la Perestroika recibió algunas críticas políticas, principalmente de otros músicos, debido a que todo artista que recibía un cierto reconocimiento oficial en la Era del Comunismo, era mirado como sospechoso de ser simpatizante del mismo, lo que tras la caída del comunismo se aprovechó por envidiosos sin escrúpulos que detestaban que él fuese el músico electrónico más prestigioso de su país y uno de los pioneros del mundo entero. Esas críticas no tienen sentido, pues Edward Artemiev ha recibido honores en países poco sospechosos de ser comunistas como por ejemplo Estados Unidos, y ha desempeñado cargos como por ejemplo uno en la Confederación Internacional de Música Electroacústica, de la UNESCO. Por otra parte, tan pronto como la situación política rusa hizo posible la plena libertad de movimientos de sus ciudadanos, Artemiev fue de los primeros en marcharse, y se estableció en California, pasando a componer bandas sonoras para la industria cinematográfica de Hollywood. Ahora sigue teniendo una casa en Moscú, pero pasa bastante tiempo fuera.

eartemi1.jpg (24210 bytes)Artemiy Artemiev, hijo de Edward Artemiev, es otro compositor con una destacada labor en el campo de la música electrónica. Nacido en 1966, sus actividades están estrechamente relacionadas con la industria del cine, la televisión y el teatro. Desde 1989, ha compuesto la música para más de 60 producciones rusas (televisión, teatro, radio...). Inició su carrera como teclista en varios grupos rock moscovitas. En 1987 comenzó a experimentar con el sonido, y las posibilidades de los sintetizadores, samplers y ordenadores. En 1996 empezó a producir el programa de televisión "Electroshock" dedicado a música electrónica, electroacústica, experimental y de vanguardia. En 1997 se hizo miembro de la Asociación Rusa de Música Electroacústica. También en 1997, junto con su amigo el productor y director cinematográfico Vladimir Krupnitskiy, fundó el sello discográfico Electroshock Records. Fue uno de los participantes de la edición de 1997 del Festival de Bourges de Música Electroacústica, celebrado del 30 de Mayo al 8 de Junio en Francia.

Anton Batagov combina su actividad de compositor con la de interprete de piano. En esta última faceta, la que más popularidad le ha dado, sus recitales se han orientado a música vanguardista próxima a la New Age o a la Minimalista. Ha sido uno de los primeros pianistas rusos en difundir por el país las obras de Philip Glass, Steve Reich y Morton Feldmann.



igorlen.jpg (21252 bytes)Boris DeArt es un moscovita con formación musical académica y de Jazz a sus espaldas, que ahora complementa con estudios de ingeniero de sonido. Goza de muy buena consideración. Oyendo su enigmática música, lo primero que se advierte es el total aislamiento cultural con que los artistas de la Europa del Este se formaban. La música no se parece a nada de lo que se haga en Occidente. Es como una evolución diferente a partir de la música orquestal de los años 30. Utiliza, sin embargo, los mismos sintetizadores japoneses que cualquier músico occidental tiene a su disposición. Con él colabora a veces el guitarrista Oleg Ivanin.

Otro moscovita es Mijail Chekalin, que es descrito coloquialmente por sus colegas como "el hombre que siempre anda pidiendo prestados por una noche los sintetizadores de los demás". Chekalin tiene su principal actividad musical en sonorizar exposiciones de pintores vanguardistas, pero también ha publicado algunos álbumes.

Uri Kassyanik es un artista muy peculiar, difícil de clasificar. Aunque la mayor parte de su trabajo pertenece al ámbito de la Música Contemporánea y al de la Electroacústica, también ha explorado estilos como el Jazz, la Música Cósmica, y numerosas facetas experimentales. El rasgo más llamativo del planteamiento artístico con que Kassyanik realiza su actividad musical, es la gran importancia que le concede a la improvisación. Hay muchos artistas que improvisan, y que publican esas improvisaciones, más o menos rehechas. Sin embargo, en el caso de Kassyanik eso alcanza un grado difícilmente igualable. El concibe su producción musical como un ejercicio casi exclusivo de improvisación, hasta el punto que defiende la idea de que, al menos en su caso, la improvisación supera las posibilidades de las piezas elaboradas por el procedimiento tradicional de composición. Kassyanik utiliza incluso la definición de "improfonías" para diferenciar de las sinfonías convencionales a sus obras improvisadas.

warm.jpg (18566 bytes)Vladimir Martinov ha combinado lo más antiguo con lo más moderno, en una carrera iniciada a fines de los años sesenta. Habiendo estudiado piano y composición en el conservatorio de Moscú, se situó enseguida en la esfera del vanguardismo musical, participando en festivales y actos de ese tipo. Interesado por las músicas étnicas, realizó viajes para entrar en contacto directo con los folklores de varias regiones. En 1973 comenzó a trabajar en música electrónica. Dos años después lideró el grupo rock Outpost, y paralelamente a estas actividades publicó una serie de piezas de música polifónica europea de los siglos 14 al 16, a la que más tarde han seguido otros trabajos de reconstrucción o recreación, como su "Missa Russica" (1992) basada en la liturgia musical rusa de hace mil años.

Igor Len era el teclista de la banda Nikolay Kopernik, y colaboró en los macroconciertos Rock-orquestales de Edward Artemiev. A principios de los años 90 se dió a conocer a un nivel más internacional gracias a su primer álbum en solitario, dedicado al poeta ruso Arseniy Tarkovski y a su hijo Andrei (el conocido cineasta). La música de Igor Len, basada en guitarra y sintetizadores, puede calificarse de New Age, con un toque de Vangelis ruso en plan místico.






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