Bernard Xolotl
EL FILOSOFO MUSICAL
Por: M.M. & J.M.


¿Qué puede impulsar a un músico al desencanto y a la desconfianza? Sin duda, todo aquello que tiene que ver con la comercialidad impuesta.

Bernard Xolotl ha realizado hasta la fecha muchos y muy buenos trabajos de música electrónica, algunos de ellos nunca publicados. Sin embargo, este músico es un claro ejemplo del artista que se rebela contra la comercialidad impuesta por las compañías discográficas y que a consecuencia de ello pierde la oportunidad de ganar mucho dinero. Concibe su carrera artística como un estilo de vida.

Después de un silencio de varios años, motivado no por la falta de creatividad sino por problemas económicos, Xolotl reaparece con la reedición de varias de sus obras más legendarias, que le revelaron como un artista de gran imaginación en los años setenta y ochenta, y que aún hoy siguen siendo mucho más innovadoras que bastante de la música etiquetada como "alternativa".

A través de una entrevista que Xolotl nos ha concedido para Amazing Sounds, y de otros contactos que con él hemos tenido desde que le entrevistamos por vez primera en 1988, hemos podido conocer a fondo durante estos años su manera de entender el arte, así como algunas de sus vivencias en su ya larga carrera musical.

Bernard Xolotl nació en Francia en 1951. A los 17 años se dio cuenta de que necesitaba más libertad para vivir y expresar sus ideas que la que podía darle la vieja Europa latina. Así que abandonó su país y viajó por el mundo. En 1974, se estableció en California, donde ha residido durante 19 años. En la actualidad vive en Francia, aunque viaja con frecuencia a Estados Unidos. De todas formas, él no se considera atado a ningún lugar: "Nunca 'decidí' vivir en Estados Unidos, Escandinavia, Nepal o Polinesia, y nunca quise 'regresar' a Francia o a otra parte. Hoy estoy en California, y volaré 'de regreso' a Europa mañana por la tarde. Soy un completo nómada, un apátrida, un ciudadano del planeta Tierra. Si tuviera el dinero que tiene el Dalai Lama o Mick Jagger, estaría circulando por el planeta entero sin cesar, igual que ellos hacen".

En su adolescencia, Bernard se interesó por la música electrónica, que en Francia tenía a sus primeros pioneros trabajando dentro de la tendencia llamada "Música Concreta". "Las primeras composiciones de música electrónica que escuché provenían de varios trabajos de Pierre Henry, Pierre Schaeffer y otros pioneros, en su mayor parte franceses, alrededor de 1966-67, cuando tenía 16 años de edad. Sin embargo, fueron mis primeros discos de Pink Floyd poco después los que alimentaron mi entusiasmo por la música electrónica, y no la Concreta, que nunca me había interesado en realidad". Estudió Arte y Filosofía hasta 1969, justo en la época en la que se comercializaban los primeros sintetizadores analógicos. El tipo de estudios que estaba realizando, y los libros que escogía leer, le inclinaban en el gusto hacia esa nueva manera de hacer música que estaba surgiendo. A partir de entonces, iniciaría sus viajes y su actividad como músico. A principios de los setenta, se hallaba en el meollo de la naciente Música Cósmica, en concreto relacionado con la corriente más clásica del género, la "Escuela de Berlín". Xolotl conoció a Klaus Schulze en 1972, durante un festival en Suiza, al que acudió acompañando a Timothy Leary. También trabó amistad con Manuel Gottsching, Terry Riley, y otros importantes impulsores de la revolución musical de los años setenta. Con algunos de ellos trabajó. Por ejemplo, asistió en sus giras europeas a Terry Riley y LaMonte Young.

En aquella época, resultaba muy difícil para un músico que empezaba, lograr disponer de sintetizadores y otro equipamiento electrónico innovador. En 1971-72, Xolotl utilizaba los estudios electrónicos de carácter público en Alemania y Dinamarca. En Estados Unidos, usaba los laboratorios de algunas universidades, a menudo durante la noche. Después, poco a poco, fue montando su propio estudio. En 1988, dijo: "Tengo muchos sintetizadores y mi favorito es todavía el PPG que adquirí en 1983 y que fue el primero en América. Tengo muchos computadoras con cada uno de los programas de software musical que hay en el mercado, y gasto tanto tiempo programando que mi grabadora de 16 pistas no está siendo usada muy a menudo estos días. Después de todos estos años, me he convertido en tal experto sobre equipos informáticos musicales, que me llaman más a menudo para trabajar de consultor técnico que para música, lo cual es una situación que me resulta penosa y que deseo cambiar tan pronto como pueda. El lugar donde vivo es el centro de la 'revolución' tecnológica y a causa de ello, la vida aquí se ha vuelto muy cara. El problema ahora no es adquirir más equipamiento, sino poder pagar una casa para albergarlo".

Aunque el ordenador sea en los últimos tiempos su principal herramienta de trabajo, Xolotl siente más atracción hacia los sintetizadores analógicos que hacia los digitales. En 1988, dijo: "Prefiero las viejas máquinas de Oberheim, Sequential, PPG, y otras por el estilo, que los nuevos aparatos surgidos desde la aparición del DX7 en 1983. Estos no son tan expresivos ni espontáneos. La mayoría son conjuntos de presets hechos para un mercado masivo de músicos inexpertos. En cambio, antes de 1983, los sintetizadores eran producidos sólo para una élite de artistas experimentales. Esta es la circunstancia que marca la diferencia entre ambos tipos de instrumentos, y que hace que no me gusten estos nuevos sintetizadores, no el hecho de que produzcan sonidos digitales en vez de analógicos. Me gustan los sonidos hermosos, sea cuál sea su origen". Sobre el medio digital opina además: "Es un medio muy interesante, y aunque el resultado sonoro puede ser discutible, no cabe duda de que abre nuevos caminos para el futuro. Por su naturaleza numérica, todo lo digital se reduce a números. Me gustaría recordar que Pitágoras fue un buen representante inicial de la filosofía numérica. También me gustaría mencionar que mis pinturas, así como mi música, están cuidadosamente elaborados con respecto a la progresión armónica de los números como algo fundamental. Mi álbum-pintura 'Return of the Golden Mean' alude al renacimiento de la filosofía Pitagórica a través de la Era Digital. 'Golden Mean' es la ratio "sagrada" 1.61809... que aparece en el desarrollo de conchas, plantas y galaxias".

Cuando le preguntamos qué piensa de la aportación de los computadores a la música, nos responde hoy en 1997: "Tras tantos años y tantas veces como esta pregunta me ha sido formulada, no puedo realmente pensar en nada referente a 'los ordenadores en la música'. Sólo importa el resultado. ¿A quién le preocupa con qué se hace a estas alturas? La música existía ya antes que la electricidad, antes que la orquesta e incluso antes que los seres humanos. La música es como el amor: o lo haces o no lo haces; cualquiera que sea la causa, el precio o las consecuencias. Como predije hace muchos años, todo se ha computerizado, pero esto no cambia nada esencial - aún se necesitan oídos y altavoces. En 1870, Richard Wagner escribió que la gente tenía la impresión de que viajaba más a causa de las carreteras, pero que ello era una completa ilusión. Los faxes y los teléfonos móviles no son más que el telégrafo de entonces y si uno lee los Diarios de aquel período, se sorprenderá de la rapidez y cantidad de comunicaciones diarias. Los medios no son nada sin un fin, y el fin siempre justifica los medios por lo que se refiere al Arte..."

La carrera discográfica de Bernard empezó en 1976, con un disco colectivo en San Francisco. Poco después se publicó Music by Xolotl. En este trabajo, ya se apreciaba el camino artístico que seguiría años más tarde. En 1978 apareció su segundo álbum, Journey to an Oracle, en el que colaboraron Bernard Largounez y Jean Baptiste Barriere. Prophecy se publicó en 1980, y en él Bernard contó con la colaboración de Cyrille Verdeaux. La música, tan visionaria como sugiere su título, fue hecha sobre todo con un Prophet 5 y un sintetizador de guitarra de Zeta Systems. Return of the Golden Mean, grabado entre 1979 y 1980, es uno de los trabajos que mejor muestran la vena profunda e impactante de la música de Xolotl. En el álbum, el compositor tocó con el sintetizador de guitarra de Zeta Systems, siendo acompañado por Irene Gostnell al violín, Jonathan Kramer al violoncelo, y Cyrille Verdeaux a los teclados electrónicos. Procession (1982-83) contribuyó de modo destacado a su consagración internacional como artista innovador en el campo de la música electrónica. En Last Wave, volvió a ofrecer una excelente muestra de su talento, y también contó con la colaboración de algunos músicos de prestigio en la interpretación de las piezas: Richard Horowitz (percusión tibetana) y Daniel Kobialka (violín). Asimismo, dio mayor protagonismo a otros instrumentos electrónicos, como por ejemplo el Yamaha CS60, el PPG Wave 2.2, el Korg Monopoly, el Pro-One, el ARP Sequencer y vocoders de Roland y Korg.

En los años siguientes, Xolotl adquirió fama de "artista maldito". Ello se debió en parte a que durante largo tiempo se mantuvo recluído en su casa-estudio, aislado del exterior, sin ver a nadie, y concentrado de forma casi obsesiva en la creación musical, llegando a trabajar veinticuatro horas seguidas, todo lo cual le llevó a parecerse peligrosamente al Fantasma de la Opera. Pero la causa principal de esa fama de "artista maldito" es haber sido colocado, en cierto modo, en una "lista negra" del mundillo discográfico, a causa de su abierta actitud beligerante contra cualquier falta cometida por una compañía discográfica hacia sus derechos de autor. Limitándose a la distribución de sus trabajos anteriores a través de su sello Syntasy, a algunos conciertos y colaboraciones, a elaborar algunas bandas sonoras, y a otras de sus actividades artísticas o técnicas (incluyendo la pintura y la escritura), continuó componiendo magníficas piezas, algunas de las cuales le garantizan un puesto importante dentro de la historia de la música electrónica. Mexecho, uno de sus álbumes más brillantes, fue publicado en 1991 por el sello alemán Erdenklang, aunque la mayor parte de la música ya la había compuesto a fines de 1988. En 1996, sus álbumes anteriores empezaron a ser reeditados en CD por el sello francés Spalax.

Xolotl es un artista polifacético. Como hemos apuntado antes, pintar y escribir son actividades que compagina con la de componer. Ha escrito numerosos ensayos y artículos, como por ejemplo Art and Culture, Art and Technology, o sus memorias (tituladas Journal d'un Artiste Américain). En el campo de la pintura, es autor, por ejemplo, de las portadas de muchos de sus álbumes. En el momento de escribir estas líneas, sabemos que pronto se inaugurará una galería virtual de cuadros suyos en internet.

Le preguntamos si piensa que su actividad artística en esos dos campos guarda una estrecha relación con su trabajo musical:

;&quotNo, jamás puede ser estrecha, ya que se trata de mundos distintos. ¿Quién podría imaginarse los grabados de William Blake tras leer sus poemas? ¿Quién podría adivinar la música de Jimi Hendrix a partir de las palabras de sus canciones? ¿O los cuadros de Voan Ggh a partir de sus grandes cartas a su hermano? Hay miles de interpretaciones musicales de la Biblia que difieren entre sí a nivel infinitesimal incluso cuando continúan siendo lo mismo y por el mismo compositor. Las acuarelas de Hermann Hesse, Henry Miller o Henri Michaux nunca podrán darnos una idea de sus escritos. Se puede experimentar una 'sinestesia' en la mente de uno, pero del mismo modo que caminar, hablar y ver pertenecen a distintos mundos, los diferentes sentidos se manifiestan de modos distintos en la realidad".

Gracias a sus viajes y a su deseo de conocer otras culturas del mundo, Bernard consiguió aprender diversas filosofías, como por ejemplo el Budismo Tibetano. Por eso, posee una visión global de todas ellas que le permite comprender el grave y tópico error que muchos occidentales cometen cuando consideran la filosofía oriental como una sola cosa. "No existe una 'filosofía Oriental' (o una filosofía Occidental tampoco) - estos son conceptos estúpidos inventados por los periodistas en el (colonial) siglo 19: es como decir que todos los asiáticos (o los negros o los indios) son idénticos - en realidad, hay muchas, muchas corrientes y épocas de pensamiento en muchos, muchos lugares y culturas. Hay que estudiar la Historia sobre el terreno durante muchos años para siquiera conseguir una mínima idea de algunas de estas 'filosofías' - hay tendencias opuestas en todas ellas, por supuesto. En la mayoría de los casos, hay que aprender el idioma para alcanzar una verdadera comprensión de cualquiera de ellas. Además, influencias 'extranjeras' han barrido el Oriente hace tiempo (el islam, una religión monoteísta, ha llegado hasta Indonesia; el cristianismo a las costas y ahora el marxismo a la China y el Tibet por desgracia, etc.). Siempre depende del individuo averiguar lo que es mejor para él o ella en el contexto (local) de la vida humana. Las ideas u opiniones preestablecidas son una fuente de división y guerra entre seres humanos y por ello deben ser evitadas. Las religiones, filosofías e ideologías son una maldición. Antes de toda esta locura, los seres humanos consideraban que todas las cosas eran sagradas (la piedra, el río, el árbol, el animal etc., etc., etc.) y esta es la mejor manera de funcionar - los verdaderos amerindios aún creen de este modo, así como la mayoría de los tibetanos. La mente es obviamente algo sin principio y por ello cualquier frontera, aduana o barrera que se le coloque se convierte en un obstáculo, tarde o temprano. Lo más sabio es atenerse a la Senda Media: evitar los dos extremos del Eternalismo / existencia absoluta y el Nihilismo / todo es una ilusión. No hay creador y no hay materia; sólo Ser! El cuerpo se entiende con el Tiempo y la mente con la Eternidad: esto es evidente e idéntico para todos los pueblos, sean orientales u occidentales, del pasado, del presente y del futuro..."

Le preguntamos si sus viajes alrededor del mundo han influenciado su música:



"Con franqueza, nadie en todo el mundo puede contestar esta pregunta. ¿Estaban Bach o Wagner influídos por sus viajes por toda Europa? Con toda probabilidad, no. ¿Fue Wagner influído por Mathilde Wesendonk para escribir Tristan und Isolde? Probablemente, tampoco. La música es una vibración absolutamente mágica, inmaterial e indefinible muy parecida al amor, el cual nunca se ve realmente influído por nada, pero puede manifestarse en un cierto contexto o karma, fuera de todo límite planificado. Si así estamos hablando del presente, necesitarás dinero para pagar la factura de la electricidad, los sintetizadores y ordenadores y el alquiler del estudio. Pero la música en sí misma no se ve influída por nada: es pura idealidad. En otras palabras, es evidente que mis viajes mentales han ejercido una gran 'influencia' en mi música, pero mis viajes físicos probablemente no, en absoluto".

De sus relaciones con otras culturas del mundo, nos interesa en especial la que mantiene desde hace muchos años con las culturas americanas precolombinas. "Xolotl", su nombre artístico, procede del idioma azteca. Le pedimos que nos explique cómo se inició esta relación:

"La curiosidad y la pasión por todas las formas de vida en la historia y geografía fueron, en mi primera infancia, la fuerza impulsora de mi interés por las culturas lejanas, no europeas, no judeo-cristianas. Más tarde, las culturas shamanísticas, basadas en la experiencia, psicodélicas y no dualistas, aparecieron como un antídoto contra el doliente, condenado mundo moderno impuesto por occidente durante los últimos siglos. No era una moda entonces y no existía el eco-turismo aún, pero es todavía y más que nunca relevante..."

Xolotl tiene una respuesta contundente e inesperada para la cuestión de qué inspira sus ideas musicales, y cuál es el proceso que sigue para componer:

"Siempre estoy inspirado; Nací inspirado; No necesito la inspiración, sólo necesito tiempo, dinero y equipamiento para manifestar la siempre presente inspiración de la naturaleza y el Ahora eterno. Esta respuesta siempre parece crear un escándalo y una controversia sin fin. Podría explicarme sin cesar pero lo dejaré así por ahora porque no deja de ser cierto; los franceses tienen un refrán: 'La faim vient en mangeant' y eso es así para mí con la inspiración incluso más que con el hambre. Respecto a la segunda pregunta: No sigo un proceso para componer, sólo creo de manera espontánea tan pronto como hay el tiempo y el equipamiento para hacerlo. Como todos los otros artistas auténticos de todas las épocas, no intento hacer nada sino crear".

También tiene una respuesta muy interesante a la pregunta de cómo definiría su estilo musical personal:

"No tengo un 'estilo muiscal personal' y toda mi vida he luchado contra tal concepto. Mozart y Beethoven lucharon desesperadamente contra la forma Sonata; Wagner contra la forma de la Opera tradicional, etc. En nuestra época, especialmente, los inventos musicales de todo el planeta Tierra son de algún modo asequibles, incluso para el oyente medio. A Xolotl le encanta toda la buena música de muchos, muchos lugares y épocas y jamás se limitaría a un 'estilo' en particular (o a una nacionalidad tampoco)".

Le planteamos si le gusta más la música que hizo hace años o la que compone ahora:

"Puesto que sólo un pequeño porcentaje de la música que he grabado ha sido publicado y yo jamás lo hice por dinero, por supuesto, me gusta y estoy orgulloso de ella; Tan solo lamento la pobre calidad de grabación de muchas de mis composiciones más antiguas ya que se hicieron con un equipo primitivo e inadecuado, que es todo lo que yo podía permitirme por aquel tiempo. Un Artista siempre prefiere las creaciones actuales, presentes y futuras a las pasadas; de otro modo él/ella dejaría de crear".

Así veía en 1982 lo que los sintetizadores estaban aportando a la música:

"En los últimos años, hemos sido testigos de un fenómeno que me parece muy interesante. Desde el desarrollo del sintetizador, muchos individuos que no habían sido educados como músicos en el sentido estricto de la palabra, y que quizá fueron educados como artistas, arquitectos, poetas... han podido crear en sus propios términos un tipo de música de gran alcance, en extremo sofisticada, que está siendo cada vez más proclamada como la música clásica del futuro. Pienso en músicos como Iasos, Klaus Schulze, Vangelis, Edgar Froese, Michael Hoenig, Kitaro..., y todos los demás que utilizan el sintetizador para crear su propia música. Todo esto crece día a día, y no hay duda que estamos entrando en lo que me a mí me gusta llamar la 'Era de la Síntesis'. El sintetizador nos ha abierto un inmenso y nuevo reservorio de materia prima para nuestra expresión científica y artística." La revolución que se está iniciando es de tal magnitud, que no duda en afirmar que: "El artista del futuro deberá llegar a ser un científico, y viceversa". Arte y Ciencia fusionados al fin, tras siglos de aparente antagonismo.

Hoy en día, cree que este potencial se ha desperdiciado, y que la 'Era de la Síntesis' ha sido enterrada por completo bajo la avalancha de la Era de la Información (indiscriminada): "La síntesis de las artes, la creación accesible a todos los sentidos, la 'música de la mente', nunca ha estado tecnológicamente tan a nuestro alcance como ahora. Sin embargo, nos encontramos con un fenómeno curioso: el aumento de la tecnología ha sido en la mayoría de los casos inversamente proporcional a la calidad e integridad de la música. No temo en absoluto dar aquí algunos ejemplos. A finales de los años sesenta, los músicos que se encontraban en la vanguardia de la tecnología y que creaban auténticos trabajos originales con su pequeño equipo (pequeño bajo los estándares actuales), se fueron moviendo hacia una aventura musical demasiado previsible, comercial e insulsa, según iban avanzando en la adquisición de más y más hardware sofisticado. En los setenta, este patrón empeoró de modo considerable cuando muchos de los grandes pioneros de la música electrónica, que habían creado verdaderas maravillas de música innovadora iniciando el género de Música Cósmica (y valiéndose de una mínima tecnología en comparación con la disponible hoy), se agotaron por completo, y ahora, con un colosal arsenal de sintetizadores y computadores a su disposición, no hacen más que crear un tipo de música muy 'hollywoodiense', de fácil audición, comercial, nada sofisticada ni original, haciendo un uso insignificante de su parafernalia, acumulada en todos estos años. Tal situación es la que da mala imagen a la música electrónica".

Ante este sombrío panorama que nos describe, le preguntamos si no será que hoy en día es necesario hacer este tipo de música comercial si se desea vivir de la música electrónica. "No puedo hablar por cada uno de los músicos que hay en el planeta. La música comercial es contaminación, y yo intento evitar la contaminación tanto como me es posible. No me interesa la música Pop para nada, y sólo escucho las grandes obras del pasado (del periodo que va desde Bach a Richard Strauss). Sin embargo, a los artistas siempre les resulta difícil sobrevivir dentro de una cultura comercial como la nuestra, y deberían hacer todo lo posible para poder dedicarse al auténtico e importante trabajo al que están destinados".

En su opinión, la situación de la escena mundial de las músicas "de vanguardia" no es mejor:

"Desde los años sesenta, no existe nada que pueda llamarse una 'escena mundial de música de vanguardia'; se ha desvanecido y perdido todo el significado como referencia: Jimi Hendrix o Pink Floyd eran muy vanguardistas, se hicieron populares y vendieron millones de álbumes. Miles Davis fue inspirado por Hendrix. The Grateful Dead empezaron como un experimento libre para los Tests de Acidos de Ken Kesey, fue luego adquirido y vendido por Bill Graham, y más tarde los Beatles lo 'reempaquetaron', etc., etc. Entretanto, los funcionarios del Estado de la vanguardia 'oficial' (como IRCAM, los soviéticos o los americanos) perdieron toda credibilidad para siempre y en especial después que los japoneses vendieran sintetizadores a millones..."

"Ya no hay un (o ni siquiera dos o tres) centro de la cultura. El mundo se halla fragmentado por completo. Para algunas personas, el RAI (la música pop de Algeria) es de vanguardia, para otros lo es la New Age de California, y aún para otros, la música tribal de Sudáfrica. La llamada música tradicional búlgara, polaca, lituana, azteca e incluso corsa, se ha convertido en música de vanguardia en los últimos años. La música balinesa, la del sur de la India y la maorí se tocan en sintetizadores. El tecno es el último grito en Europa pero es prácticamente desconocido en América, etc., etc., etc".

"La 'balkanización' política del mundo se refleja en la cultura. 'La industria de la comunicación ha retribalizado el mundo.' (Jack Weatherford). Cualquier vanguardia puede existir tan solo en términos de una referencia central y ya no existe tal cosa. La música pop de Hollywood es la única música 'universalmente' disponible y no es una referencia sino un timo comercial. Los rusos (o los alemanes o los chinos) todos quieren vivir en los EEUU y cada facultad de América tiene un concepto o especialidad distinto. Hay tantas vanguardias hoy en día como identidades locales o comités nacionales / folklóricos. Desde la segunda guerra mundial, Europa ya no es el centro del mundo, ya no hay centro, y la vanguardia es tan solo lo que tú personalmente crees que es. No sé nada de ello. Para mí la música es sólo eso: música".

Pero, ¿cómo podríamos definir la buena música, la música hecha lo mejor posible? ¿se puede alcanzar esa perfección absoluta?

"Personalmente, no creo que haya una música ideal a la que poder referirse en todos los lugares del mundo. La Tierra es como un cuerpo celeste donde las diferentes culturas representan diferentes órganos con funciones específicas, o distintos centros energéticos. Además, hay una música para cada ocasión. A lo que yo llamaría música ideal es a la música que integrara todo eso en una única unidad sublime. Si oyésemos esa música, escucharíamos la Gran Sinfonía del Universo, de la cual las Pasiones de Bach y las últimas óperas de Wagner son testigos de excepción. Este concepto no es sólo aplicable a la música sino a toda la paleta creativa de la humanidad".

Para Xolotl está clara la meta que ha de perseguir todo artista: "Considero la búsqueda del arte como un camino sagrado, como la búsqueda en pos de las Iluminaciones, y el fin debe justificar los medios. Es el resultado (la obra de arte) lo que importa, y no las herramientas utilizadas, o las razones por las que fue creado".

Para finalizar la entrevista, le preguntamos sobre si está trabajando en estos momentos en futuras obras.

"Sólo un cinco por ciento de mi música grabada se ha publicado por ahora en CD, así que es muy difícil contestar a esta pregunta, ya que no depende de mí sino del capricho de las compañías discográficas y lo que ellas crean que está de moda en un momento dado... Tengo muchos planes musicales para el futuro, por supuesto, de otro modo o bien no sería yo un músico, o bien me suicidaría; pero todos estos planes dependen tan solo del dinero como la mayoría de las cosas 'importantes' de hoy en día..."

Para Xolotl, su actividad artística no es una mera profesión con la que ganar dinero, sino su vida. Como todo artista, tiene a menudo sus excentridades, pero todo aquel que no sólo crea sino que piensa y razona el por qué de lo que está haciendo, las tiene. ¿No las han tenido genios como por ejemplo el pintor Salvador Dalí, y nadie les niega su talento? Xolotl posee una fuerte personalidad, como la tienen Edgar Froese o Klaus Schulze, por ejemplo, quienes cuentan con los admiradores más fanáticos y también con los detractores más feroces. Juzguemos a los artistas por su arte, no por su actitud frente a los convencionalismos sociales.

Discografía:

-MUSIC BY XOLOTL
-JOURNEY TO AN ORACLE
-RETURN OF THE GOLDEN MEAN
-PROPHECY
-PROCESSION
-LAST WAVE
-MEXECHO
-TRISTANY


¿Deseas comprar algún trabajo de Bernard Xolotl? Es fácil, utiliza estos enlaces:

http://www.peakdesign.com/xolotl (BERNARD XOLOTL)






Página Anterior (Artículos/Noticias)