IURY LECH, EXPLORADOR DE MUNDOS MULTIMEDIA
Por: Jorge Munnshe.


Iury Lech es un caso inusual de artista polifacético que dota a su música de una dimensión visual e incluso literaria. Acaba de grabar Aspersions by Instinct, su más reciente CD hasta la fecha. En la entrevista que sigue a continuación, este músico de origen ucraniano que reside actualmente en España, responde a nuestras preguntas y habla sobre cuestiones muy interesantes relativas a sus ideas musicales.

Háblanos del álbum que has terminado de grabar. ¿Está inspirado en alguna cuestión concreta, o con él pretendes expresar alguna idea determinada? ¿Cuál ha sido el proceso que has seguido para componerlo?

"Mi nueva obra musical se titula Aspersions by Instinct (Aspersiones instintivas), por aquello de que casi todo en la vida parte de un acto de irrigación, de rociadura, desde los peces hasta los mamíferos, un mundo donde cabe una gran variedad de imagenes simbólicas, aunque también me atrajo fuertemente otro sinónimo que vendría a conformar el título "Difamaciones por instinto", una actitud por cierto muy humana. De alguna manera esto alude a la línea divisoria entre la existencia natural y el mundo artificial, o entre la música que bulle de actividad metafísica y aquella otra carente de vida propia que copia la moda. Como bien sabes, desde finales de los años ochenta trabajo mediante la ayuda del ordenador y del secuenciador, que son las herramientas básicas, además de los sonidos sintéticos, que me acompañan desde el primer hasta el último paso en el proceso creativo musical, el cual se complementa más tarde en nuestro estudio de grabación digital Insolit. Por lo general al comienzo me dejo inspirar por las capacidades armónicas y disonantes de un sonido en particular que he creado o transformado y que luego me servirá para articular el resto de los sonidos que vaya incorporando a fin de acabar por dar forma a esa composición original que he intuido en un principio. Todo este proceso también se ve afectado y sometido a diversos cambios, de índole técnico o sensible, que son los que terminan por conferir a la obra su particular perspectiva sónica".

¿Cómo empezó tu vocación musical y tu vocación artística en general?

"En nuestra casa teníamos un piano. Mi madre interpretaba diversas piezas, mi hermana estudiaba piano. A mí me fascinaba el sonido del piano. Recuerdo haberlo escuchado desde muy pequeño, y a los cinco o seis años de edad ya quería tocarlo a toda costa. Era quizá aún muy pequeño para recibir clases; mi madre no creía que fuese una buena idea. Pero me aprendí por mi cuenta una partitura de Bach, de memoria o pidiéndole a mi hermana que me la enseñase. Al año siguiente conseguí comenzar con las clases de piano. El profesor, sin embargo, era demasiado estricto, muy clásico, de alguna manera casi me agrió el gusto por estudiar piano y composición. De todos modos, como en casa siempre estaba el piano, yo lo tocaba improvisando. A partir de ahí, estudié con diversos profesores particulares, y aprendí a tocar instrumentos como por ejemplo la guitarra, la batería... Un poco como anécdota te puedo decir que a los quince años formaba parte de un conjunto que tocaba en fiestas y bailes. Hacíamos algo similar a lo que hoy son las nuevas músicas étnicas: realizábamos versiones modernizadas de temas folklóricos ucranianos, y las interpretábamos. Te estoy hablando de hace veinte años. No es que eso me permitiese ganarme la vida, pero me proporcionaba mi propio dinero. En cuanto a las nuevas músicas y mi carrera como compositor, siempre me costaba mucho encontrar músicos con quienes combinar las ideas que yo tenía. Un poco más tarde descubrí los sintetizadores. Yo ya tocaba la guitarra eléctrica desde los diez años, habiéndome comprado una con la total negativa de mis padres. También me compraba y revendía instrumentos. En ese sentido, hacía cosas un poco extrañas. Lo que sucedía es que me hallaba inmerso en una búsqueda. No tenía ningún maestro que pudiera guiarme por el terreno que me atraía, y tenía que inventarme los caminos. También estaba sujeto a las influencias del entorno. Por ejemplo, el Jazz absorbió gran parte de mi adolescencia. En los años 70, improvisaba mucho con el piano, sobre acordes, melodías particulares que iban saliendo a partir de repeticiones de acordes y escalas, y de irlas mezclando. Pero el piano se me quedaba pequeño. Quería explorar cosas diferentes, sonidos, texturas. A principios de los años 80 comencé a grabar mis primeras composiciones electrónicas, como bandas sonoras para mis cortometrajes, que en aquel entonces eran en Super-8. Después de muchos años, aparecería la cinta recopilatoria Otra rumorosa superficie, reuniendo parte de esa música. Esa era una época bastante rara para las nuevas músicas, para la música electrónica que no quería de alguna manera caer en la tentación de la Música Electroacústica o la Contemporánea, una música que quería ir más allá, en un lenguaje comprometido, complejo, con su propio código, y alejado de las tendencias más académicas. No me considero un virtuoso ni tampoco alumno de nadie. Simplemente, una persona que ha intentado buscar su propio camino".

¿Qué piensas del concepto de Videomúsica? ¿Cómo compaginas tus diversas facetas artísticas en la música, la imagen y la literatura? ¿Cuál es la importancia de la simbiosis entre música e imagen en tus videos musicales?

"Por un lado existe el videoclip, y por otro el videoarte, donde la música puede jugar un papel incidental o no. Yo he seguido un camino en el cual me ha pasado algo similar a lo que con la música. Puedo ser rechazado por unos y por otros. Los videoartistas dirán que mis trabajos son videoclips, y los creadores de éstos no los aceptarán por no ser en su opinión videoclips ortodoxos. Lo que siempre me ha interesado es experimentar con los medios, los tratamientos. La música es lo que primero me ha llamado la atención, por las características que antes he comentado. La imagen ha tenido un gran poder sobre mí, me ha absorbido siempre, no como espectador pasivo sino fomentando mi creatividad en ella. Y después, claro, es indudable que se cae en el camino de la literatura. Desde fuera se ve como una mezcla no arbitraria pero sí difícil de digerir, una solución bastante amarga en el sentido de que resulta difícil etiquetar a alguien así con una de las tres etiquetas, y se tiende a creer que esa condición polifacética es una dispersión que conducirá a que no alcance calidad suficiente en ninguna de ellas, si bien en la actualidad se ha puesto de moda esta clase de artistas. Mi concepto ha sido trabajar con cada herramienta en diferentes momentos existenciales, y volcando ciertas ideas en cada área. Hay cosas que a veces resultan muy difíciles de expresar verbalmente, y otras mediante una imagen. Yo me sirvo de un medio u otro. Es cuestión de ir alternando. Sin embargo, siempre me ha interesado la idea de que algún día convergieran todos esos medios en alguna obra más coherente, en un sentido como de una gestalt artística, cerrando un círculo. Cuando yo comencé con todas esas facetas, no tenía ni la más remota idea de todo el avance electrónico que podíamos tener hoy día. Ahora, a través de un CD-ROM, esta idea que yo tengo de unir literatura, música e imagen, se puede plasmar perfectamente. Algo así ya no levanta escepticismo, y no sólo desde un punto de vista instructivo, sino como una cuestión artística. Por ejemplo, la poesía atrae cada vez a menos lectores. Muy pocas personas leen poesía, o al menos no es una actividad que les resulte muy prioritaria. Entonces, a través de los medios audiovisuales, que es donde se ha volcado la mayor parte de la gente, y se seguirá volcando cada vez más y más, se puede intentar hacer un poemario, trasladable a un aparato electrónico. Estoy pensando en cómo hacer eso. Un CD-ROM en el cual se visualiza texto y a continuación aparece una imagen y se oye música, está bien, pero me interesa algo más activo. Hay que explorar, hay que experimentar y avanzar. Supongo que con nuevos medios cada vez habrá más posibilidades de poder retomar la poesía. Ahora estoy trabajando en montar un espectáculo de música tridimensional, interactiva con las imagenes. Cosas así ya se están haciendo, pero a niveles mucho más comerciales, sin explotar en profundidad las posibilidades, y fuera de la música electrónica o las nuevas músicas. Lo que yo pretendo es usar la tecnología de vanguardia para el arte de vanguardia. No para lo comercial, que es lo que siempre ha sucedido. Las vanguardias han quedado atrás, nadie les ha hecho caso en su momento, y hoy día la publicidad se vale de esas antiguas vanguardias. Es frecuente que la publicidad tenga por ejemplo un discurso surrealista. Lo interesante es utilizar la vanguardia para el hecho artístico actual y que éste tenga valor y que sea vigente, no dentro de veinte o treinta años en un medio desvirtuado, sino en su propio medio. Esto puede sonar utópico, ya que depende de muchos factores, tanto humanos como financieros. En mi caso, quiero organizar unos espectáculos donde esté la música como eje, y donde yo pueda trabajar la imagen mediante programas especiales para poner en funcionamiento todos estos nuevos medios que hoy están a nuestro alcance. Darle a las nuevas músicas cosas que yo encuentro a faltar. Una de ellas es que al ser estereo el sonido en las actuaciones, siempre te encuentras con que quedan residuos de tu música, matices de tu discurso artístico, elementos sonoros, que no se escuchan porque el conjunto general satura toda posible audición, dejándolos ocultos bajo la capa predominante. Cuando trabajas con sonido tridimensional, puedes ir colocando los elementos sonoros en diferentes puntos de la sala, y entonces ello queda como una especie de círculo. De ese modo, el público puede sentirse de alguna manera más receptivo, penetrará mucho más en la obra, y la música se entenderá de una manera distinta creo yo; no será nada nuevo, sino simplemente como debería haber sido. Estilos como el rock, el pop, permiten una música más dual, más plana, algo que no ocurre con las nuevas músicas. En éstas, es fácil escuchar comentarios de asistentes a conciertos sobre que apenas se oía la parte musical de un determinado sonido de sintetizador. Un sistema sonoro tridimensional puede evitar este tipo de cosas. Creo que con él esta música cumplirá mejor su función. Y potenciará la imagen y la parte textual, elementos que ya he incorporado en mis espectáculos pero de una manera menos activa".



¿Cuáles fueron las fuentes de inspiración de tus primeros álbumes?, si es que las hubo.

"No las hubo de un modo claro, no las encuentro si me pongo a pensar ahora en esas obras. No trabajo con el ánimo de concentrar mis ideas en un álbum, o en una historia. Voy elaborando cosas. Más tarde, si veo que tengo una serie de composiciones que pueden tener una coherencia interna, les doy un significado de conjunto. A veces tiene incluso más significado el título que las composiciones en sí. Me refiero al significado de lo que yo quiero transmitir. Es muy difícil a través de una forma musical comunicar una idea, una ideología, un sentido. Lo más que puedes transmitir es un sentimiento, un estado. En A bite in the common sense, el título corresponde al significado que quiero darle al trabajo, una música a la cual desvirtuar de sus propios parámetros, quebrarle la estructura externa para sacar a la superficie sus formas peculiares que se debaten bajo el caparazón tonal. En Música para el fin de los Cantos, el título reflejaba esa idea; estamos en el fin de la historia, según Fukuyama, no es que yo crea en ello pero se estaba hablando mucho de esto en aquel momento. También me parecía que era el final del canto, de la música cantada, tal como se entendía hasta ese momento o hasta ahora. A veces el canto y la música no permiten satisfacer ni a una ni a la otra faceta. Una persona cantando con la música de fondo puede quedar bien, pero a mí a veces no me acaba de satisfacer; me gusta más quizá la música por un lado y el canto por otro. Por eso ahora estoy incorporando texto recitado, no cantado, ya que me parece mucho más concreto así que cantado, en el contexto de la música. No inicio, por tanto, mis trabajos a partir de un planteamiento predeterminado, sino que de algún modo se van estructurando por sí solos, como si fuesen rompecabezas, y entonces les encuentro un título, es decir, veo qué título es el que les pertenece. Trabajo con emociones, estados de ánimo, causados también por lo que pasa en el mundo, esto es indudable. De hecho, A bite in the common sense tiene mucha referencia a lo que está sucediendo, sin ningún ánimo de juicio o crítica, simplemente como un espejo de lo que ocurre".

Por lo que explicas, no parece que en tus obras hayas deseado plasmar algo en concreto, sino que más bien responden a la combinación de múltiples factores, ¿no?

"A nivel general, todo lo que he ido haciendo parte de una idea más concreta: crear un mundo personal, pero no como algo hedonista o narcisista, simplemente por creer que hay un camino de experimentación, que es el que me motiva. Mi idea es experimentar con los materiales y darles formas nuevas, buscar otros panoramas sonoros, no sé, quizá tendré un antepasado colono en mi familia, el caso es que mi impulso va hacia todo eso. Me gusta explorar y buscar aquello que no se ha dicho aún. A veces lo logro y a veces caigo en lugares comunes. Quizá no he producido todavía lo que realmente busco. A veces eso no se logra hasta llegar a una edad relativamente madura, y todo lo anterior ha sido un ejercicio previo para llegar a ese punto. De todos modos, el sentido de mi trabajo es crear un universo personal alerta ante lo azaroso. Supongo que esa es una meta muy humana. Me interesa mucho la innovación, esta afirmación quizá suene un poco snob, pero pretendo no quedarme en lo viejo, ir más allá siempre, buscar otras posibilidades. Quizá esto me suponga un handicap como creador, pero yo pienso que es una filosofía muy válida. Hay gente que prefiere conservar. Los hay que se quedan en estructuras antiguas variando un poco. Otros repiten adrede. Y otros intentamos innovar. No creo que haya más mérito en una o en otra cosa, simplemente son personalidades diferentes. Como uno se ha formado, así se forma su personalidad artística. Dentro de la música me interesa mucho trabajar con timbres, más que comenzar a partir de una idea melódica, que después también está presente. Unir un timbre con otro. De hecho, la música del futuro será ésta. No la trazada en torno al músico con mayor virtuosismo para interpretar, sino la creada por el músico que mejor sepa unir diferentes tipos de sonoridades, ambientes, colores... En realidad, la música es una síntesis plástica dirigida a modificar en el acto las percepciones y la conciencia de estar vivos".

Entre las diversas vertientes de tu creatividad artística, desde hace algún tiempo está también la del diseño multimedia en internet. Tu página web, además de proporcionar información básica sobre tus actividades, es en sí misma una obra artística. ¿Cómo llegaste a este nuevo terreno artístico? ¿Qué piensas del futuro de internet y de las posibilidades que ofrece para los músicos y los artistas en general?

"La red de comunicación electrónica llamada Internet me atrajo desde sus orígenes por su practicidad a la hora de poder acceder rápidamente a una vasta cantidad de información que hasta el momento era difícil de hallar de forma tan concentrada. Mi página web está motivada como arma para neutralizar las limitaciones del caduco y decepcionante panorama cultural español, asi como medio económico de promoción en un nivel más internacional y el acceso a una razonable cuota de distribución de mis obras e ideas. Sin embargo no creo que Internet resuelva a corto plazo los graves problemas de base de músicos y demás artistas. Lo que si está consiguiendo es forzar el funcionamiento piramidal de los grandes monopolios asi como de la industria discográfica, ya que con la proliferación de los pequeños estudios domésticos el proceso musical se ha vuelto más artesanal, otorgando al artista mayor precisión y capacidad de control sobre la producción y difusión de un CD o un CD-ROM. Quizás lo difícil sea navegar por el ciberespacio para dar con aquello por lo que realmente estamos interesados. Creo que en la actualidad, y con ello no intento menospreciar su utilidad, Internet es como un gran bazar, multicolor y bullicioso, donde se ofrece todo tipo de productos y servicios más que fuentes de información trascendentes. Por una parte es un medio directo para acceder a los bienes de consumo que ofrece el mercado, y por otra sirve para dar consuelo a millones de solitarios adictos a las charlas y demás puntos de encuentro. Es decir, ha hecho que nuestro planeta sea un poco más pequeño. En todo caso, el futuro será de quienes se lo trabajen".

Las colaboraciones con otros músicos ¿son para tí una experiencia ocasional, o piensas que una parte importante de tu creatividad artística podría canalizarse adecuadamente dentro de un proyecto colectivo como por ejemplo una banda estable?

"Las colaboraciones con otras personas casi siempre resultan una apuesta arriesgada si no conoces muy bien a quien ofreces tu confianza, porque o pierdes el tiempo defendiendo tu punto de vista ante el de los demás, o pierdes tus proyectos víctima del latrocinio ajeno. Con ello no me opongo frontalmente a la idea, si bien tiene que haber una mutua y fuerte compenetración estética para que la experiencia llegue a buen puerto y no se hunda por causa de envidias, resentimientos e incompatibilidades varias. De todas maneras, en Aspersions by Instinct he vuelto a tener el gusto de gozar con la intensa participación del "stick" de Satori y la voz de Rocío "Rush" Lorenzo, con quienes existe la promesa para finales de año de realizar un CD integramente grupal, trabajo que de alguna manera servirá de lanzamiento al trío como una propuesta alternativa a nuestras diferentes facetas artístico-musicales".

¿Qué otros proyectos tienes? ¿En qué has trabajado durante el último año?

"En el último año, he sufrido una profunda crisis que me ha sumido en los abismos de un feroz desencanto desde el cual he flirteado con la muerte. A pesar de ello, he estado dando forma a una segunda novela, y en este momento todas mis energías están canalizadas en el lanzamiento y promoción de mi doble CD Aspersions by Instinct, en la producción de un vídeo relacionado con este álbum y en la preparación de un nuevo espectáculo. Tengo la necesidad de derribar de una vez para siempre ese muro de contención que hasta ahora me ha impedido llevar a cabo de forma constante y global mis proyectos y conectar con el público de un modo más absoluto".

Discos:

"Otra rumorosa superficie"
"Música para el fin de los cantos"
"A bite in the common sense"
"Serial Castrati"
"Aspersions by Instinct"

Videos musicales:

"Postmeridiano"
"A Bite"
"Fool's Age"
"Tot"
"Bitter Trance"

Films:

"Paralelo Interno"
"Final sin pausas"
"Bocetos para un sueño"

Libros:

"Los espacios del dolor"
"Eneen"
"Breviario de Furor / Vestígios"
"De sicalipsis y peces mudos"
"Una Iconografía del Alma" (Antología de poesía ucraniana del siglo 20. Lech: Impulsor del proyecto, recopilador, traductor y autor del prólogo)
"La Fría Llamarada"






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