SUZANNE CIANI:
Oleadas de Ensueño Hechas Música

Versátil, intimista, pionera y hábil pianista, esta magnífica compositora y productora musical ha inspirado a toda una época con su talento innato que se manifiesta en una multiplicidad de campos dentro del panorama musical del momento.

Suzanne Ciani, nieta de un inmigrante italiano llegado a los Estados Unidos en 1905 e hija de un famoso cirujano que llegaría a obtener el número uno en su promoción en la Universidad de Harvard, cuya madre era de Iowa y a su vez medio alemana y medio británica, empezó a moverse en el ámbito musical desde una temprana edad, a los siete años, cuando se empeñó en imitar a dos de sus hermanas que recibían lecciones de piano en casa. Sin embargo, no le acababa de gustar su primer maestro, ya que ella quería aprender música clásica y éste pretendía introducirla en la música pop. Suzanne aprendió a leer música ella sola, y tras tan sólo un año de clases con este profesor, se dedicaría a continuar su formación musical de manera autodidacta en los siguientes diez años, según ella misma explica. Durante su formación escolar en el nivel de Secundaria, encontraría a un buen profesor de piano en la Longy School of Music de Boston, con quien seguiría algunas clases particulares, empezando desde el principio.

Poco después se especializa en piano y composición en el Wellsley College. Posteriormente pasa a Berkeley, donde se gradúa en composición musical, al tiempo que conoce a un profesor del MIT que experimenta con su ordenador con el fin de hacerlo sonar como un violín, lo cual llama la atención de la artista. Allí es también donde conoce a Don Buchla, a raíz de lo cual Ciani se introduce en el mundo de la tecnología electrónica musical. Al terminar sus estudios, Suzanne pasa a trabajar para Don, como soldadora en serie de sus sintetizadores. La artista se entusiasma con la flexibilidad de los aparatos diseñados por este pionero de la tecnología musical, carentes de teclado tradicional, cuyo funcionamiento se basa en el control del voltaje necesario para producir los sonidos sintetizados, instrumento precursor de los sintetizadores analógicos, y los llega a conocer íntimamente, convirtiendo a su Buchla - aparato modular que le costaría cierto tiempo en ir construyendo a base de componentes diversos que iba comprando según ahorraba lo suficiente para ello - en su sintetizador favorito.

Durante un cursillo de verano bajo la tutela de John Chowning a principios de los setenta, Ciani se familiariza con la entonces recién descubierta síntesis FM, y entra en contacto con Max Matthews, a quien se considera el padre de la música por ordenador, en Stanford, en el Laboratorio de Inteligencia Artificial, donde ambos aplican el programa de Max Music V para producir música en los primitivos ordenadores de la época. Con el fin de ir ampliando las prestaciones de su Buchla gracias a nuevos componentes, Suzanne intenta encontrar trabajo como ingeniero de sonido, cosa imposible entonces debido a su condición de mujer. Tras otros fracasados intentos por introducirse en el mundo laboral en distintos campos, por fin le surge la oportunidad de trabajar en el área de la publicidad, gracias al amigo de un amigo que conocía a un productor de cine. A raíz de ello, Suzanne se inicia en la producción de sonidos de encargo para anuncios publicitarios hasta conseguir crear su propio negocio, Ciani/Musica, especializándose en la creación de música y efectos sonoros para la publicidad. Con unas cincuenta sesiones semanales, Ciani diseña efectos de sonido para compañías diversas, entre ellas la Lincoln/Mercury, American Express, General Electric, Atari, General Motors, Columbia Pictures, y Coca-Cola. De hecho, uno de los efectos sonoros más populares de este período es el sonido de una botella de Coca Cola abriéndose y el líquido saliendo, simulación que realiza con su Buchla, además de su participación en el diseño de los sonidos para la compañía telefónica AT&T, entre otros proyectos. Al ser éste un campo entonces muy innovador, Suzanne se labra una sólida reputación en este sentido.

Además de las aplicaciones técnicas que la artista da a sus conocimientos de tecnología musical en el campo de la publicidad, Suzanne no descuida su carrera musical. Ya en Berkeley ha dado algún que otro concierto en directo, actuando en museos y otros lugares, así como en Los Angeles, donde reside por un tiempo. En 1974 pasa a residir en Nueva York, ciudad que le encanta, donde es invitada a dar un concierto en la Chic Bonino Gallery. Suzanne consigue un trabajo en el estudio de grabación de Philip Glass, y tras diversos contratiempos decide establecer una entidad sin ánimo de lucro a la que llama The Electronic Center for New Music, con el fin de promocionar las nuevas tecnologías musicales. Suzanne ya cooperaba con el grupo EAT (Experiments in Art and Technology), una asociación de artistas y expertos en tecnología que colaboraban en diversos proyectos conjuntos. Además contaban con la ayuda de un abogado, Gerald Ordover, que les ofrecía sus servicios de modo gratuito. Por desgracia, sus ilusiones no se vieron correspondidas por los patrocinadores y fabricantes de tecnología musical, quienes no confiaban en una mujer prácticamente desconocida del gran público en una época en que la música hecha con sintetizadores era poco menos que ciencia ficción a los ojos (y los oídos) de las grandes corporaciones. Suzanne vio que el único camino abierto para conseguir salirse con la suya era entrar en el mundo de las discográficas, pubicar los álbumes suficientes que le garantizaran una cierta fama y a partir de ahí conseguiría que le hicieran caso. Sin embargo, las discográficas tampoco conocían la nueva tecnología y para ellos un sintetizador era algo incomprensible, con lo cual, ni en Europa, ni en América, conseguiría la artista que ningún sello discográfico del momento le diera su oportunidad. Suzanne no se amilanó, decidiendo ser ella misma quien produjera su primer álbum, Seven Waves. Le llevaría dos años hacerlo, ya que al principio solo le dedicaba los fines de semana, pues seguía con su trabajo publicitario los demás días, aparte del hecho de que su capital apenas le permitía alquilar el tiempo suficiente de estudio para realizar el proceso de grabación de su propia música, teniendo en cuenta que entonces los medios eran mucho más primitivos que en la actualidad. Curiosamente, este primer álbum, que no interesa a nadie en Europa ni en América pese a todos los esfuerzos de la artista por promocionarlo, se convierte en un increíble triunfo... en Japón. Suzanne no había esperado el fulminante éxito de su osadía en este país, obteniendo diversas ofertas a los pocos días de su estancia en aquellas tierras. El álbum es publicado por la Victor Co. del Japón. Poco después, una discográfica americana, Atlantic Records, acepta publicar este primer álbum en los Estados Unidos. Actualmente, tanto esta versión como la japonesa se han convertido en objetos de coleccionista, así como una grabación que Suzanne realizara con Suzanne para una exposición en Bruselas (Bélgica) llamada Voices of Packaged Souls ("Voces de Almas Empaquetadas"), anterior a Seven Waves, realizada en 1970 en una edición limitada, utilizando los ordenadores del momento en Stanford. Asimismo, Private Music haría una reedición del álbum Seven Waves más tarde.

El segundo álbum de Suzanne Ciani, Velocity of Love, es publicado por RCA en 1986, poco antes de que esta compañía sea comprada por BGM, quienes eliminan a la artista de su lista. Por suerte, Suzanne retiene los derechos del álbum, al no haber firmado un contrato standard con RCA. Por esta época Suzanne Ciani entra en contacto con Peter Baumann en Nueva York cuando éste se traslada a los Estados Unidos tras abandonar Alemania. Peter descubre que Suzanne posee lo último en sintetizadores y cajas de ritmos y la telefonea para verlo. Ambos se encuentran, y a raíz de ello Ciani entablaría relaciones con el sello Private Music. Peter habría aceptado publicar Velocity of Love en su sello si Suzanne se hubiese avenido a grabarlo en forma digital, a lo cual la artista se negó. No obstante, más tarde, concretamente en 1987, la artista firma un contrato con Private Music que duraría unos cinco álbumes, estableciendo su fama como teclista de la escuela Nueva Era. El sello Private Music publica su álbum Neverland, nominado para un Grammy, e inspirado en sus experiencias vitales. Suzanne explica que la música para esta grabación surgió en los Países Bajos, un día que la artista diera un paseo a caballo, y su música es a la vez muy electrónica y romántica. En ella se incluye un poema de una escritora muy admirada por Ciani, Ilse Bing, quien con 90 años de edad se lo dedica especialmente. A este álbum le sigue la publicación, también en el sello Private Music, de History of My Heart, un álbum que la artista compone en California, en un momento en que, habiendo ya creado su propio estudio Ciani/Musica, tal como se ha comentado, con el fin de financiar sus propias producciones, creía poder irse y dejar que su negocio continuara sin ella, cosa en la que se equivocó. Sin embargo Suzanne consigue escapar a California para realizar History of My Heart, en el que trabaja con músicos californianos. En aquellos momentos el sello Private Music también se traslada a Los Angeles, y en el proceso este álbum de Ciani se pierde, lo cual la afecta tanto que se ve incapaz de producir un nuevo álbum. Peter Baumann la anima entonces a producir un álbum de piano clásico, publicado con el nombre Pianissimo. Este nuevo álbum marca un giro en la carrera de Suzanne, quien, habiendo estado durante tanto tiempo inmersa en el mundo de la tecnología electrónica musical, casi había olvidado los instrumentos puramente acústicos. El álbum resulta más económico en su producción que las grabaciones electrónicas realizadas hasta la fecha, además de contar con el patrocinio de la casa Yamaha, quienes proporcionan los pianos a la artista, así como su propio estudio de grabación, en Buena Park, en el condado de Orange.

En 1989 Ciani viaja a Italia en busca de inspiración para un nuevo álbum. Durante su estancia en su país de origen, Suzanne tiene la oportunidad de conocer a su familia italiana. Buscando el lugar ideal donde inspirarse, la artista llega a Capri, y tras contactar con la casa Yamaha, establece su estudio y residencia allí, donde graba su álbum Hotel Luna, un hotel de la zona entonces cerrado al público por ser invierno. En esencia, este álbum refleja el alma italiana de Suzanne Ciani, y es básicamente electrónico, aunque incluye pasajes con instrumentos acústicos, donde se oye un cuarteto de cuerda, oboe, flauta, violín solista, fagot, bajo y una soprano de ópera, además de utilizar un Modulador Espacial Roland. Tras una cuidada producción (que además saldría bastante cara) el álbum estaba listo. Esta grabación es nominada para un Grammy, no obstante lo cual hay ciertas desaveniencias con el sello Private Music respecto a su publicación. Por este motivo Suzanne se siente descontenta e incapaz de publicar de nuevo con este sello. Peter Baumann la convence para realizar un recopilatorio al que añade dos canciones compuestas en colaboración con Jeremy Lubbock, resultando en el álbum The Private Music of Suzanne Ciani, el último que la artista realizaría para este sello.

Con respecto a los contratos que suelen firmarse con las discográficas, Suzanne se muestra muy crítica. Antes de embarcarse con Private Music, Ciani ya era una experta en el campo de los negocios, y dejaba bien clara su postura con las discográficas del momento, de modo que se negaba a entregar los derechos de sus obras a perpetuidad. Sin embargo, con Peter Baumann y Private Music reconoce que cometió un error, ya que al considerar a Peter un buen amigo, y confiando en su integridad, no actúa así y firma un contrato standard. Cuando Peter abandona Private Music y el sello pasa a ser propiedad de BMG, Suzanne pierde los derechos a perpetuidad por cuatro de sus álbumes, pese a que BMG no tiene el menor interés en la artista, lo cual la lleva a abandonar este sello en 1992. Suzanne considera esta política ultrajante y abusiva, y lo denuncia con fuerza. Tal vez en el pasado era lo adecuado, debido a la enorme inversión inicial que suponía lanzar algo al mercado, pero hoy en día, en que los artistas se presentan a las discográficas con el producto prácticamente acabado y a punto para su distribución y comercialización, no hay excusa plausible para que se continúe con estas prácticas arcaicas y sin duda alguna, casi esclavistas, que despojan al artista de todos sus beneficios, cuando es él quien ha corrido con los gastos de producción.

En 1994 Suzanne contrae matrimonio en la sede de Digital Studios en Capri, Italia, con un abogado especializado en el campo del espectáculo, Joe Anderson, quien apoya su causa y se pone de parte de los artistas, en una línea de trabajo no muy lucrativa, por cierto. Por ello, además de asesorar a los artistas que soliciten sus servicios, Joe da clases de derecho en la universidad de San Francisco, además de colaborar con Suzanne en la fundación de su propio sello discográfico, Seventh Wave. Joe también trabaja en un libro, Empowering the Artist, en el que expresa sus reflexiones sobre el mundo de los negocios en el campo musical, además de haberse especializado en la tecnología multimedia e Internet.



Para Suzanne, las grandes discográficas son las peores en lo que respecta a los derechos de autor y su absoluta indefensión ante estos contratos abusivos e injustos. Por ello, Ciani anima a los artistas a que defiendan sus derechos, y si pueden, establezcan sus propios sellos, sin temor al trabajo que ello representa. Suzanne lo hizo así, y si bien su propio sello, Seventh Wave, publica mayoritariamente sus obras, está abierta a otros artistas, aunque admite que desea ciertas garantías antes de apoyar a completos desconocidos, y entre los artistas que han publicado en el sello de Ciani se cuentan por ejemplo Roy Eaton, un experto pianista, y Georgia Kelly, la virtuosa del arpa que tan buena acogida está teniendo por parte del público. Asimismo, Suzanne publica en su propio sello su álbum Dream Suite, dirigido al mercado alternativo. No obstante su filosofía, Ciani reconoce que no es fácil superar absurdos prejuicios propios de ciertos sectores del público, según los cuales el hecho de que un artista publique en su propio sello se debe a que no ha encontrado ninguna compañía importante interesada en su música y por tanto carece de una garantía de calidad, lo cual es una falacia en realidad. Por este motivo ella misma proclama haber estado en una gran compañía que ella misma decidió abandonar, lo cual no va en detrimento de su música. Esta actitud suele resultarles chocante, sin duda. Por ello Suzanne espera que estas actitudes retrógradas cambien en positivo, abriendo paso a las producciones de los artistas independientes.

El álbum Dream Suite es un proyecto orquestal que Suzanne siempre deseó llevar a cabo en cuanto dispusiera de los medios económicos para ello. Ciani llevaría a cabo su proyecto con la Orquesta de la Joven Rusia en Moscú. La grabación, realizada para piano y orquesta, se completa en Italia, donde el laborioso proceso de post-producción tiene lugar. El toque final lo ponen Bob Ludwig y una hermana de Suzanne, quien realiza el trabajo artístico para la cubierta del álbum.

Ciani tiene un magnífico estudio en el que trabajar con absoluta comodidad, y en el que se incluye lo último en tecnología musical, así como lo mejor en instrumentos acústicos, y en definitiva, todo cuanto le permita expresar su creatividad tanto en lo acústico como en lo electrónico, del modo más satisfactorio posible. De hecho, Suzanne siempre se ha preciado de disponer de lo último en tecnología musical. La artista explica que cuando decide reciclar alguna parte de su equipo, suele enviar lo que ya no necesita a su antigua escuela. Sin embargo hay un par de cosas de las que nunca se va a deshacer, y éstas son su sintetizador Buchla y su Prophet 5.

Además de todo el trabajo que Suzanne ha llevado a cabo a lo largo de su carrera, cabe mencionar su labor en el campo de las bandas sonoras para películas, entre las que se cuentan por ejemplo, la realizada para la película The Incredible Shrinking Woman ("La Increíble Mujer Menguante", protagonizada por Lily Tomlin) y la película de las hermanas Petrie, Mother Teresa. Asimismo Ciani ha creado una biblioteca de sonidos para la serie de televisión de la cadena ABC One Life to Live, entre otras producciones televisivas.

Suzanne Ciani ha dado diversos conciertos en directo a lo largo de su carrera, como ya se ha comentado, no sólo en su país, sino también en Europa. Por ejemplo, Suzanne ha actuado en España, además de visitar en diversas ocasiones Italia, donde en una de sus más recientes actuaciones ha presentado su álbum Pianissimo II, obra en la que Ciani retoma el estilo del álbum anterior con este mismo nombre, con la orquesta Salieri de Verona, dirigida por el maestro Gaetano Soliman. El álbum se grabó según una singular combinación de alta tecnología e instrumentación clásica. Ciani interpreta sus composiciones utilizando un piano de cola especialmente diseñado para conciertos y fabricado a mano. El resultado obtenido es un sonido íntimo, rico en matices, pocas veces conseguido en un álbum de estudio. Además de interpretar sus temas más populares, entre ellos los conocidísimos "The Velocity of Love," "Hotel Luna," "Terra Mesa," "Go Gently," y "Meeting Mozart", Suzanne incluye tres nuevas composiciones. No podía faltar en el álbum la incorporación de la tecnología multimedia tan popular hoy en día, de modo que el oyente puede disfrutar no sólo la música, sino también las prestaciones aplicables a un ordenador para visualizar la explicación de "cómo se hizo..." este álbum, además de un breve paseo por la historia del piano, imágenes artísticas, y una hermosa animación informática de la partitura con fines educativos. Pianissimo II constituye el noveno álbum de estudio de Ciani, además de tratarse del segundo en el que la artista vuelve a sus orígenes pianísticos en su forma más pura, donde el piano es el instrumento solista por excelencia. La artista espera que este álbum resulte tan satisfactorio como el anterior en cuanto al éxito de ventas, cosa que en el caso de Pianísimo no dejó de sorprenderle, ya que en él se apartaba de su estilo electrónico de siempre para hacer algo completamente distinto.

El pasado mes de Octubre de 1996 Suzanne Ciani actuó una vez más en su faceta clásica en un concierto en directo para piano solista dentro de la serie de conciertos Shakespeare At The Beach, en California. La artista considera que sus composiciones pertenecen a la categoría de la música contemporánea clásica, por lo cual no desdeña participar en conciertos de este tipo sin por ello olvidar su faceta electrónica. Es por ello que Suzanne se ha ocupado de producir diversos CDs multimedia en los que el usuario puede acceder a una visión de sus inicios, diarios, fotos, videos y selecciones musicales diversas.

En definitiva, Suzanne Ciani es sin duda una versátil artista cuya carrera hasta la fecha viene cubriendo una variada gama de campos en que expresar su creatividad artística, destacando tanto como experta en tecnología electrónica, un área en la que ha sido una auténtica pionera, como en su faceta de empresaria, compositora de Nueva Era, especialista en ingeniería de sonido, con sus creaciones sónicas comerciales o no, y consumada virtuosa del piano, instrumento con el que transmite oleadas de ensueño en una sentida emotividad convertida en música. Es de esperar que tan sensible artista continuará deleitándonos con sus creaciones musicales electrónicas y acústicas cuya exquisita sensibilidad y romanticismo le han conseguido una merecida fama en el mundo de la música actual.

Por: Montse Andreu.


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